domingo, 5 de febrero de 2017

Campo de Dalías a la mitad de producción

Campo de Dalías a la mitad de producción

Panorámica de las instalaciones de filtrado inicial del agua de la desaladora del Campo de Dalías.
Panorámica de las instalaciones de filtrado inicial del agua de la desaladora del Campo de Dalías.

Interior de la planta en la que se realiza la última fase de desalación.
Interior de la planta en la que se realiza la última fase de desalación.

La desaladora superará a lo largo de 2017 el 50% de su capacidad al crecer la demanda
Su mayor consumo en el primer año se registró en octubre con 1,1 hectómetros
IVÁN GÓMEZ 05 Febrero, 2017

La planta desaladora del Campo de Dalías crece en producción y a lo largo de 2017 superará, con la demanda ya prevista, el 50% de su capacidad, nada menos que 15 hectómetros cúbicos anuales. Es la previsión de la sociedad estatal Acuamed después de cerrar un primer ejercicio con un grado de funcionamiento por encima del 23%, en torno a 6,9 hectómetros cúbicos. El pico de consumo se produjo en octubre alcanzando el 44% de su capacidad y llegando a suministrar 1,1 hectómetros a los pueblos y regantes del Poniente. El grado de funcionamiento varía al depender de las necesidades de los usuarios y a lo largo del año oscilará entre el 30% en los meses de menor consumo y el 70% de la época con más demanda. Uno de los factores que ha condicionado el suministro del primer año ha sido la posibilidad de adaptar sus instalaciones tanto de regantes como de municipios. El 45% del agua desalada en la planta del Campo de Dalías se distribuye a la Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente y el 55% restante de los 15 hectómetros cúbicos que se generarán en el ejercicio en curso irán a los grifos de los vecinos de El Ejido, Vícar y Roquetas. Una población de más de 300.000 habitantes y en torno a 8.000 hectáreas de cultivos se beneficiarán de la producción de esta desaladora de vanguardia en el momento en el que alcance su máxima capacidad. Entonces se podrán fabricar 97.200 metros cúbicos diarios, agua suficiente para llenar más de una piscina olímpica cada hora y devolver al mar casi dos, debido al factor de conversión del recurso captado en el mar que es de un 0,48 por cada litro. Pero ese 100% tendrá que esperar como pronto a 2018 y al repunte de los encargos para abastecimiento y regadíos.

La planta ya está teniendo un triple beneficio para la comarca, el primero ambiental al reducir la sobreexplotación de los acuíferos del Poniente, el segundo por la mejora de la calidad del agua que se suministra a los regadíos y al consumo humano -debido a un control exhaustivo en diferentes puntos del proceso de desalación de parámetros como salinidad, pH, boro y mineralización- y ,por último, el ahorro que supone a la depuración posterior porque se rebajan considerablemente los tratamientos necesarios para su reutilización. La construcción de la desaladora, adjudicada a la UTE formada por Veolia Waters, Sando Construcciones, Inypsa y Montajes Eléctricos Crescencio Pérez, fue la principal medida articulada por el Gobierno para dar respuesta a la declaración de sobreexplotación del acuífero que se remonta a septiembre de 1995. Han tenido que pasar más de 20 años para que esté operativa una iniciativa para corregir el déficit, junto a la reutilización de aguas residuales y recursos del embalse de Benínar, con el objetivo de que se reduzca la extracción en unos 50 hectómetros cúbicos anuales. De hecho, sólo la planta que será explotada por la UTE Campo de Dalías durante un periodo de 15 años podría alcanzar en el futuro los 40 porque se ha construido con la posibilidad de ampliarse en 10 su capacidad inicial de 30 hectómetros cúbicos.

En los últimos años más de 150 personas han estado trabajando en su puesta a punto e instalando las más de 12.810 membranas de la desalación y los 3.000 equipos electromecánicos, entre estáticos y rotativos, así como en la red de tuberías de 41 kilómetros para la distribución del agua desde un depósito regulador en Balerma hasta Aguadulce con 13 arquetas para el suministro a los regantes de la Junta Central de Usuarios del Poniente y los municipios de El Ejido, Roquetas y Vícar. Entró en funcionamiento a mediados del pasado año tras conseguir la plena disponibilidad de energía. La ampliación de la subestación eléctrica de Berja y la conexión con una línea de alta tensión de once kilómetros con la planta de Balerma, con casi cinco millones de euros de inversión por parte de Acuamed, solventó el último de los escollos de una desaladora que tendría que estar fabricando agua desde hace años entre el mar de plástico ejidense, pero que no ha podido hacerlo hasta este último verano después de una eterna travesía burocrática de retrasos en las expropiaciones, modificados del proyecto inicial y obras complementarias.

Los regantes a la espera de rebajas y subvenciones

La Federación de Regantes de Almería reclamó al Gobierno que contemplara una partida en los Presupuestos Generales del Estado de 2017 con la que subvencionar el precio del agua desalada en Almería, una bonificación que han venido disfrutando los agricultores de otras zonas como la Región de Murcia. El colectivo entiende que es fundamental para su supervivencia y competitividad que se contemple la provisión económica necesaria para que se rebaje el precio actual de 50 céntimos por metro cúbico a 20 y aluden al compromiso del Ministerio de Agricultura con los regantes murcianos. Han solicitado una reunión con la ministra Isabel García Tejerina en la que abordar un precio del agua desalada homogéneo y razonable para el sector.es concretos de calidad.
Campo de Dalías a la mitad de producción

Arranca el cultivo intensivo de papaya en España

Arranca el cultivo intensivo de papaya en España de la mano de Cajamar

El equipo de investigación de la Estación Experimental Cajamar comenzó sus ensayos con papaya en invernadero en julio de 2014.
 El equipo de investigación de la Estación Experimental Cajamar comenzó sus ensayos con papaya en invernadero en julio de 2014.

Juan José Hueso es el responsable del Área de Fruticultura de la Estación.
Juan José Hueso es el responsable del Área de Fruticultura de la Estación.

La Estación Experimental coordina el consorcio, liderado por Miguel García Sánchez, con las almerienses Biomip, Vitalplant y Gogarsa
E. PRESS  05 Febrero, 2017

El proyecto 'Desarrollo y optimización de un modelo productivo para el cultivo intensivo de la papaya en España-Europapaya', ha sido seleccionado para recibir una subvención, como uno de los proyectos de I+D financiados por el Programa Feder-Innterconecta 2016, cofinanciado con Fondos Estructurales de la Unión Europea, que tiene como objetivo apoyar iniciativas de desarrollo experimental en la modalidad de proyectos en cooperación entre empresas, con lugar geográfico de desarrollo en Andalucía, Canarias, Castilla La Mancha, Extremadura, Galicia, Murcia, Ceuta y Melilla. Esta convocatoria está cofinanciada con Fondos Estructurales de la Unión Europea y gestionada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), entidad dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

El consorcio andaluz constituido para desarrollar el proyecto Europapaya está liderado por la empresa hortofrutícola granadina Miguel García Sánchez e Hijos, junto a las compañías almerienses Invernaderos Gogarsa, la firma de control biológico Biomip y Semillero Vitalplant. La Estación Experimental de Cajamar, promotora e ideóloga del proyecto, se encargará de llevar a cabo la coordinación técnica del mismo junto con la consultora de I+D almeriense especializada en Biotecnología y Agroalimentación, CLEVER I+C.

El Proyecto Europapaya cuenta con una dotación presupuestaria superior al millón de euros y con un periodo de ejecución de 27 meses.

Tiene como objetivo el desarrollo de un modelo integral para el cultivo intensivo de la papaya en invernadero en el sureste español. Para ello, Gogarsa será responsable de diseñar y optimizar una nueva estructura de invernadero y un sistema de control del clima, adaptados al porte y las exigencias climáticas de la papaya tropical. Por su parte, Semillero Vitalplant abordará el reto de poner a punto técnicas para la propagación vegetativa de la papaya en semillero, como el injerto o el cultivo in vitro de tejidos, así como de optimizar la técnica de selección de plantas hermafroditas mediante el uso de marcadores moleculares. La empresa BIOMIP, especializada en el desarrollo de soluciones de lucha biológica para la agricultura, se centrará en la obtención de herramientas y estrategias de control biológico específicas para este cultivo.

Por último, Miguel García Sánchez e Hijos, aportará su experiencia en el cultivo, manipulado y comercialización de frutas subtropicales, responsabilizándose de establecer el manejo y las técnicas agronómicas necesarias para optimizar la productividad y calidad de la papaya en nuestras condiciones, y establecer las estrategias de manejo postcosecha que permitan llegar al mercado con un producto de excelente calidad diferenciado. Además, se encargará de evaluar el modelo de invernadero, el material vegetal y las estrategias de control biológico desarrollados en el proyecto.

Junto al consorcio empresarial participan como centros de investigación, además de la Estación Experimental Cajamar, la Universidad de Almería (Grupo de investigación AGR-222 Fruticultura Subtropical y Mediterránea), la Universidad Politécnica de Madrid y el Centro Tecnológico de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional (CIDAF).

Cabe destacar que los investigadores de la Estación Experimental Cajamar y del grupo AGR-222 de la Universidad de Almería son pioneros en la investigación del cultivo de la papaya en invernadero en la península desde el año 2012, en la línea de cultivo protegido de especies frutales, cuyo objetivo principal es contribuir a diversificar la producción de hortalizas bajo plástico, poniendo en valor el conocimiento generado sobre la horticultura intensiva y la industria auxiliar que se ha creado alrededor del sector.

Papayal, asociación que ha nacido con 30 hectáreas

Por otro lado, los productores de papaya se constituyeron en octubre bajo la asociación 'Papayal del Mediterráneo' con el fin de promocionar la producción y comercialización de producto fresco de papaya, así como transformados de los mismos, con unos estándar
Arranca el cultivo intensivo de papaya en España de la mano de Cajamar

miércoles, 1 de febrero de 2017

Se confirma un continente perdido bajo el Océano Índico

Se confirma un continente 'perdido' bajo el Océano Índico

Se confirma un continente 'perdido' bajo el Océano Índico

Se confirma un continente 'perdido' bajo el Océano Índico

Bajo la isla Mauricio, se revelan restos de la desintegración del supercontinente Gondwana hace 200 millones de años
EUROPA PRESS | MADRID 1 febrero 2017

Científicos han confirmado que hay un continente 'perdido' bajo la isla Mauricio en el Océano Índico, resto de la desintegración del supercontinente Gondwana, hace 200 millones de años. El pedazo de corteza, que fue posteriormente cubierto por lava joven durante las erupciones volcánicas en la isla, parece ser una pequeña pieza del continente antiguo, que se rompió desde la isla de Madagascar cuando África, la India, Australia y la Antártida se separaron y formaron dicho océano.

"Estudiamos el proceso de ruptura de los continentes, con el fin de comprender la historia geológica del planeta" dice el geólogo Lewis Ashwal, profesor en la Universidad de Wits (en Johannesburgo, Sudáfrica) y autor principal de la investigación, que se ha publicado en Nature Communications.

Ashwal y sus colegas Michael Wiedenbeck, del Centro Alemán de Investigación para las Geociencias (GFZ), y Trond Torsvik, de la Universidad de Oslo, han descubierto que un mineral, el zircono, se encuentra en rocas arrojadas por lava durante las erupciones volcánicas. Los restos de este mineral eran demasiado antiguos para pertenecer a la isla de Mauricio.

"La Tierra está formada por dos partes: los continentes, que son viejos y los océanos, que son jóvenes". En los continentes se encuentran rocas de más de cuatro mil millones de años, pero no hay nada parecido en los océanos, Es donde se forman nuevas rocas ", explica Ashwal. "Mauricio es una isla, y no hay roca de más de nueve millones de años en la isla, sin embargo, al estudiar las rocas de la isla, hemos encontrado zircones que son tan viejos como tres mil millones de años".

Los zircones son minerales que se producen principalmente en granitos de los continentes. Contienen trazas de uranio, torio y plomo, y debido al hecho de que sobreviven muy bien al proceso geológico, contienen un rico registro de procesos geológicos y pueden fecharse con gran precisión. "El hecho de que hayamos encontrado zircones de esta edad demuestra que en Mauricio existen materiales de la corteza terrestre mucho más antiguos, que solo pudieron originarse en un continente", dice Ashwal en un comunicado.

Corroborar estudios anteriores
Esta no es la primera vez que zircones de miles de millones de años se han encontrado en la isla. Un estudio hecho en 2013 había encontrado rastros del mineral en la arena de la playa. Sin embargo, tal estudio había recibido algunas críticas, incluyendo que el mineral podría haber sido soplado por el viento o llevado en los neumáticos del vehículo o los zapatos de los científicos.

"El hecho de que encontramos los zircones antiguos en la roca (traquita de 6 millones de años), corrobora el estudio anterior y refuta cualquier sugerencia de zircones aerotransportados o transportados por las olas para explicar los resultados anteriores", agregó un Ashwal que luego sugirió que hay muchas piezas de varios tamaños de "continente desconocido", colectivamente llamado Mauritia, extendido bajo el Océano Índico, restos de la desintegración de Gondwana.

"De acuerdo con los nuevos resultados, esta ruptura no implicó una simple división del antiguo supercontinente de Gondwana, sino más bien una fragmentación compleja que tuvo lugar con fragmentos de corteza continental de tamaños variables dejados a la deriva dentro de la cuenca del Océano Índico en evolución".

Gondwanaland es un súper continente que existía hace más de 200 millones de años y que contenía rocas de 3.600 millones de años,
Se confirma un continente perdido bajo el Océano Índico