domingo, 24 de marzo de 2013

Riesgos del deportista ocasional

Aficionados. Mientras muchas personas saben que la actividad física mejora la calidad de vida y la practican 2 o 3 veces por semana, otras le dedican en exclusiva los fines de semana
REDACCIÓN | DIARIO DE ALMERÍA

El senderismo es una de las actividades de fin de semana saludables y recomendables

VIVIMOS en una sociedad estresada y estresante, con un ritmo acelerado de trabajo, pero aún con la preocupación de su posible pérdida. Padres y madres suelen trabajar a diario y llegan tarde a sus hogares.

No queda tiempo para el autocuidado; el sedentarismo, la mala alimentación, el estrés y algún factor de riesgo cardíaco como el colesterol, la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad o el tabaquismo comienzan lentamente a pasar factura. Este es el motivo de que los eventos cardiovasculares (como el infarto de miocardio) aparezcan cada vez a edades más tempranas.

Nuestras vidas son cada vez más complejas y, junto a esta excesiva presión laboral nos topamos con otra relativa a la moda, por la cultura del físico, la preocupación por la salud y la pasión por hacer deporte.

Mientras que muchas personas saben que la actividad física es el medio imprescindible para mejorar su calidad de vida y por ello suelen entrenar 2 a 3 veces por semana, otras, en cambio, cansadas de su actividad cotidiana prefieren irse a casa y dedicar al deporte tan sólo los fines de semana o los días de 'mini vacaciones' como los que se aproximan con la llegada de la Semana Santa.

Sin embargo, los especialistas nos vemos en la obligación de volver a reiterar que nuestra recomendación es siempre la de hacer deporte, pero que advertimos que estos 'deportistas ocasionales' son los que tienen más riesgo de sufrir, desde lesiones osteo-músculo-articulares, hasta un evento cardiovascular o, incluso una muerte súbita, debido a la falta de una preparación adecuada, gradual y regular.

Las personas sedentarias con una inadecuada preparación física, que tratan de recuperar en un sábado o jueves de pascua todo el esfuerzo físico que no hicieron a lo largo del mes o la semana anterior, se sitúan, sin saberlo, en una situación de elevado peligro. Sus músculos están débiles, con falta de flexibilidad, con mala irrigación sanguínea, escasa coordinación y, seguramente, muchos de ellos posean algún factor de riesgo cardiovascular, a veces conocido y controlado por su médico de cabecera, pero en muchas otras ocasiones, no.

Deportistas aficionados

Los especialistas debemos prestar especial atención al corazón de estos deportistas, que no tienen tiempo, porque estudian, trabajan, llevan una familia, etc. y tratan de sacar horas de donde pueden para entrenar, y a veces, esta preparación no es de calidad.

El control de su frecuencia cardiaca nos dará información durante y después del ejercicio. Nos informa de cómo reacciona el cuerpo al mismo, ayuda a controlar la intensidad, contribuye a que se entrenen mejor, apunta sus progresos y nos documenta sobre la existencia o no de alteraciones (por ejemplo: un pulso elevado en reposo, es un mal signo cardiaco). Aunque lo más importante en el entrenamiento es contar con un pulsómetro que nos muestra si las pulsaciones, tras el esfuerzo, vuelven a la normalidad.

Uno de cada 200.000 deportistas tiene una alteración cardíaca que le provoca una muerte súbita. La mayor frecuencia se da entre varones menores de 35 años. Es muy difícil detectar en un estudio rutinario, con un electrocardiograma, alguna dolencia cardiaca congénita que predisponga a tener una muerte súbita, salvo que sea muy evidente. La base del deporte es el entrenamiento.

A nivel cardiovascular, al no hacer un entrenamiento aeróbico semanal, nos encontramos con falta de un acondicionamiento cardiaco, que puede coexistir con factores de riesgo como hipertensión arterial, obesidad o sobrepeso, sedentarismo, etc.

Por eso se recomienda, para aquellas personas sedentarias, que no hacen actividad física semanal, no sólo elegir el deporte adecuado, sino su intensidad y el tiempo de dedicación. No se deben ejecutar ejercicios vigorosos o deportes grupales (fútbol, tenis). Es preferible caminar, andar en bicicleta, nadar… Los deportes aeróbicos son los más aconsejables.

A los riesgos de las enfermedades del corazón, esos de los que queremos escapar con el deporte practicándolo de forma regular, se suma el de las lesiones deportivas en los deportistas de fin de semana.

Ni los músculos, articulaciones o tendones del atleta ocasional están preparados para estos esfuerzos en los que prima, debido a la desinformación, la pasión sobre la razón. Son frecuentes los desgarros y contracturas musculares, esguinces (tobillo, rodilla), lumbalgias, codo de tenista, epicondilitis, las tendinopatías o, incluso, alguna fractura.

Debemos seguir el camino del profesional. Primero entrenarnos y luego competir. Adquirir 'forma' jugando partidos de fin de semana tiene más riesgos que prepararse durante la semana y luego jugar dichos partidos.

Los consejos principales, por tanto, son:

1. Antes de hacer ejercicio. Se sugiere hacer precalentamiento (15-20 minutos). Realizar estiramientos suaves y ejercicios de movilidad de las articulaciones. Se aconseja no hacer deporte en las dos horas posteriores a las comidas.

2. Durante el ejercicio. No forzar. Si sentimos pinchazos, molestias, dolores, palpitaciones intensas o mareos detener la actividad. No nos estamos entrenando más o haciéndonos más fuertes por aguantar.

3. Después del ejercicio. No fumar ni beber alcohol. Es el momento en que los pulmones están más dilatados y ese esfuerzo extra, que tanto nos ha costado, no nos da una licencia extra, una reserva orgánica que no se debe malgastar.

Iniciarse en el ejercicio es la mejor opción, pero es necesario acudir antes a nuestro médico. Una exploración concienzuda, que incluya la valoración de la tensión arterial y unos análisis sanguíneos son muy recomendables.

Ocasionalmente, puede ser necesario un electrocardiograma o una radiografía de tórax, incluso una prueba de esfuerzo en individuos sanos o con factores de riesgo coronario, como fumadores, bebedores, personas con antecedentes de mareos, dolor torácico, palpitaciones o fatiga precoz.

De esta forma, usted podrá hacer lo que le gusta y le proporcionará salud y bienestar sin riesgos.
Riesgos del deportista ocasional

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