Javier Gutiérrez [ La Voz de Almería ]
En 2011, la Fundación Eduarda Justo, del Grupo Cosentino, concedía una beca de postgrado al virgitano Miguel Villalobos Aguilera para cursar un Master en Dirección de Empresas (MBA) en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (EEUU). Miguel, Ingeniero de Telecomunicaciones, y master en Gestión y Economía de la Empresa por la UAL, fue alumno del Seminario Líderes del Futuro que organiza la Fundación Eduarda Justo y, desde 2008, trabajó en la empresa norteamericana Oracle, como Business Development Manager, liderando el equipo en España, Portugal e Italia.
Transcurridos 3 años desde nuestro último encuentro, cuando se le concedió esta importante beca, hemos hablado con Miguel Villalobos sobre su experiencia académica en Estados Unidos. No ha perdido el tiempo ni mucho menos nuestro amigo, graduándose en este tiempo dos masters. “He estudiado un MBA en el MIT y un Master en Administración Pública en Harvard. En total han sido tres años, uno más de los que dura cada programa por separado. Hacerlos al mismo tiempo ha supuesto un esfuerzo y una inversión adicionales. La intensidad se multiplica, pero sin lugar a dudas ha merecido la pena”, afirma. Miguel, no olvida su tierra y espera trasladar a medio plazo sus conocimientos a ésta: “Algún día me gustaría regresar a Almería para contribuir a su desarrollo”. Harvard y el MIT son dos instituciones académicas muy prestigiosas a nivel mundial y no sólo han satisfecho las expectativas de Miguel Villalobos sino que “las han superado -asegura-. Lo que más me ha sorprendido es su compromiso con los valores que representan”. La escuela de negocios del MIT promueve “desarrollar a líderes innovadores y de principios que mejoren el mundo”. El lema de la escuela de Harvard está inspirado en una famosa cita de Kennedy: “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregunta qué puedes hacer por tu país”. Ambos centros reúnen a una comunidad de estudiantes y profesores comprometidos con estos valores. La educación se entiende como una herramienta para llevarlos a la práctica. Es muy estimulante formar parte de un entorno así”. Y después de terminar estos estudios, Miguel Villalobos ya tiene un nuevo destino laboral, en la Costa Oeste de Estados Unidos; “Me incorporé a Google hace un par de semanas. Estoy trabajando en las oficinas centrales de Mountain View, en California. Ya estuve aquí el verano pasado y me encantó la experiencia. Entramos en contacto a través del MIT”.
El apoyo inicial
Nuestro protagonista no se olvida de su mecenas en esta aventura americana: “La Fundación Eduarda Justo está haciendo una labor extraordinaria. Sin su ayuda me hubiese sido imposible tener una experiencia tan enriquecedora. En cualquier caso, las becas son una de las muchas fórmulas a través de las cuales la Fundación contribuye al desarrollo del talento en Almería. En mi caso particular, asistí además al primer seminario sobre liderazgo que se organizó en Macael, en 2008. Fue fantástico. Lo que viví me ayudó a trazar un plan de desarrollo y conocer a la gente en la que me apoyé para impulsar mi carrera. Somos muy afortunados de tener una organización así en Almería”.
Estos tres años pasados en Boston han sido de mucho trabajo para Miguel, aunque también ha sacado tiempo para sus aficiones : “Lo único rutinario durante estos tres años ha sido dormir poco. Digamos que intentaba levantarme temprano y hacer algo de deporte antes de ir a clase. Allí pasaba la mayor parte del día. Estudiaba, trabajaba con mis compañeros, asistía a charlas y colaboraba con profesores. Antes de caer la noche solía participar en actividades como reuniones del club de tecnología, entrenamientos del equipo de fútbol y encuentros con estudiantes de otras universidades.
Un virgitano en la corte de Google
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