El Ejido: un paseo a través de su historia
El Ejido ha alcanzado un merecido prestigio internacional por la calidad de sus productos hortofrutícolas y la capacidad de innovación tecnológica en los sistemas de cultivo; pero bajo el conocido empuje económico, deudor de las aptitudes de sus habitantes para adaptarse a un medio físico adverso y transformarlo en una oportunidad de desarrollo sostenible, el municipio presenta otras singularidades que sorprenderán al visitante.
La huella de la historia en El Ejido se remonta mucho tiempo atrás. Aparece ya, en el espacio arqueológico de Ciavieja un asentamiento a principio del Tercer milenio antes de Cristo.
El lugar presenta una secuencia prehistórica ininterrumpida entre la Edad del Cobre, con evidentes paralelos con otras poblaciones de la Cultura de los Millares, y la Edad del Bronce (Cultura Argárica). Más tarde sustentó a una comunidad de comerciantes púnicos y, en la época romana, fue solar de la antigua ciudad de Murgi. Las evidencias arqueológicas sugieren la presencia de una población próspera, de la que dependían una serie de núcleos de población, villas rurales y un puerto, en Guardias Viejas.
A partir del siglo IV la dispersión de la población en el interior se hizo más evidente y, probablemente, en torno al siglo VII Murgi fuese abandonada hasta desaparecer como núcleo urbano.
Durante la época medieval fue una zona ganadera, de ahí la proliferación de aljibes que aún hoy pueden contemplarse en nuestro paisaje, algunos de los cuales tienen un carácter casi monumental. Tras la Guerra de las Alpujarras las tierras quedaron prácticamente despobladas.
En los siglos XVII y XVIII se potencia la expansión de cultivo de cereal en el interior. En la costa siguió la actividad pesquera, con la construcción de almadrabas y la obtención de sal en las salinas. También se construyó el castillo de Guardias Viejas, así como las torres fortificadas de Balerma, Entinas y Cerrillos.
A mediados del siglo XX comenzó el desarrollo de la agricultura intensiva y de regadío. De ahí en adelante, la historia de El Ejido irá unida a este tipo de agricultura, y a la investigación e innovación productiva.
Invitamos al visitante a adentrarse en la historia de este pueblo afectuoso, a disfrutar de sus servicios turísticos y de los recursos que el territorio les ofrece; a conocer personalmente a los pioneros del llamado “Milagro de El Ejido”, compartir sus vivencias y disfrutar de las raíces históricas que alimentaron su espíritu vigoroso y emprendedor. La historia continúa.
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El Ejido: un paseo a través de su historia
POR MIGUEL ARRANZ 19 NOVIEMBRE, 2015 CULTURA,ESCAPADAS Y NATURALEZA,EXCURSIONES,MONUMENTOS
Aprochando que este fin de semana los vientos guían nuestra nave hacia el Almeria Gourmet, aprovecharemos nuestra estancia para redescubrir El Ejido, pero esta vez lo haremos desde la historia, que aunque se trata de un municipio joven, sin embargo, consta de un interesante patrimonio que nos habla de todo lo que transitó por su terreno: sus gentes, culturas, historias y costumbres. Lugares donde los piratas tenían mucho de qué hablar pues era una costa siempre apetecible y en donde poder realizar incursiones.
El Daimún: testigo de la Murgi romana
Hay que meternos en el túnel del tiempo e imaginar como era este lugar a finales del siglo III. Una España romanizada y que dejaba una huella profunda en muchos lugares. Uno de ellos era la Murgi romana, donde sobrevive milagrosamente un mausoleo de una familia adinerada y que muestra una planta de cruz griega, delimitada en sus extremos por tres arcos excavados en los muros, bajo los cuales debían albergarse los sarcófagos de los nobles. El haberse usado como vivienda ha sido su salvación y llegar a verlo es toda una aventura pues está situada… en el centro de una rotonda! La veremos en el cruce de caminos a la Alpujarra desde la carretera que nos lleva a Berja desde la antigua N-340.
Ruinas de Ciavieja
Siguiendo el rastro romano, los restos encontrados en este paraje, a la salida del núcleo urbano de El Ejido en el cruce hacia Almerimar, nos da una idea de la importancia que debió tener la urbe y de unos habitantes hispano romanos que demostraban su buen vivir con haciendas, donde los mosaicos eran su seña de identidad. Para conocerlo mejor, hay que pasar obligatoriamente por la Sala del Museo de Historia Local (C/Colombia, nº 16) y apreciar su valor.
Castillo de Guardias Viejas
Los piratas siempre han estado dando guerra en la costa y claro, algo había que hacer para tenerlos a buen recaudo. Carlos III ideó un plan defensivo con baterías costeras para poder hacer frente a estas incursiones que traían a mal traer a los vecinos de la zona. La batería más importante en esta zona es la de Guardias Viejas que, primorosamente restaurada, ea hoy un moderno museo donde mantener viva la cultura. Pegado a la turística Almerimar, Guardias Viejas tiene una viejas salinas y siguiendo el camino que bordea la costa nos llega a la temida por los marinos punta de Culo de Perro con su faro trampolín tan original.
Torre de Balerma
Una torre defensiva del siglo XVIII, en pleno paseo marítimo, es la mejor excusa para visitar esta populosa barriada, antaño marinera y hoy agrícola, cuyo tirón gastronómico es muy reconocido para los que les gusta el pescado fresco. Un ejemplo podemos tenerlo en la Bodeguilla de José (950 407 378 – 666 21 03 71), a pocos metros del mar con sus más de cuarenta tapas sabrosas o en Johanna (950 40 70 03), uno de los mejores sitios para tomar pescado y arroces en Almería.
Museo Pepe Moreno: regreso al pasado
Como guinda en este recorrido cultural, es muy aconsejable el sorprendente museo de Pepe Moreno, a la entrada de Pampanico, pasado el Daimún, con una excepcional colección de automóviles, motos y artilugios del siglo XX donde nos creeremos por un momento como Marty Mcfly, el protagonista de Regreso al Futuro. Para visitas, recomendable llamar (650 45 60 18).
El Ejido: un paseo a través de su historia
El Ejido: un paseo a través de su historia
Villa situada en el territorio del Campo de Dalías. Obtuvo la segregación de Dalías en el año 1982.
El Ejido experimentará un fuerte crecimiento económico debido a la agricultura intensiva bajo plástico experimentando un aumento de población espectacular en pocos años. A finales del siglo XIX sólo tenía 48 habitantes, en el primer tercio del XX llegará a 858 habitantes. En 1960 llega a los diez mil, en el 1981 ya tenía unos treinta mil y en el 1994, 45.354 habitantes.
Parte de la historia de El Ejido la encontramos en el gran espacio arqueológico de Ciavieja. Aparecen ya asentamientos en el Neolítico, a finales del IV y principios del III milenio a. C. Dentro de la Edad del Cobre, a mediados del III milenio a. C., nos encontramos con un poblado de cabañas circulares con zócalos de piedra. Hacia el 1300 a. C. se desarrolla el poblamiento argárico. Durante el Bronce Final el poblado de Ciavieja se estanca e inicia su decadencia.
En la época de dominio romano aparece el municipio de Murgi, entre los años 70-74 d. C. En este yacimiento romano se han encontrado termas, un circo, tumbas con ricos atuendos de joyas, etc. Todo representa a una población próspera de la que dependían una serie de núcleos de población, villas rurales o un puerto en Guardas Viejas. A partir del siglo IV la dispersión de la población en el interior es cada vez más evidente y en los primeros años del siglo VII Murgi fue abandonada hasta desaparecer como villa.
Durante la época de Al-Andalus, el Campo de Dalías se dedicará a la agricultura y la ganadería. A partir del siglo X será una importante zona ganadera, de ahí la proliferación de aljibes para el ganado.
Tras la conquista de los Reyes Católicos, la taha de Dalías pasa a ser tierras de realengo y seguirá como zona ganadera. Tras la Guerra de las Alpujarras (1568-1570), los moriscos serían expulsados y todas estas tierras quedaron prácticamente despobladas. En 1575 se inicia la repoblación con 97 vecinos.
Durante el siglo XVII y XVIII se inicia la expansión del cultivo del cereal de secano. En la costa sigue la actividad pesquera, con la construcción de almadrabas, y la obtención de sal en las salinas. El sistema defensivo de la costa entre los siglos XVI y XVIII lo constituirá el castillo y torre de Balerma, La torre y el castillo de Guardias viejas y las torres de Entinas y Cerrillos.
A mediados del siglo XX con nuevas captaciones de aguas se irá desarrollando una agricultura intensiva y de regadío. De ahí en adelante el desarrollo de este tipo de agricultura, el desarrollo económico y el aumento de población irá unido hasta nuestros días. A finales del siglo XIX sólo tenía 48 habitantes, en el primer tercio del XX llegará a 858 habitantes. En 1960 llega a los diez mil, en el 1981 ya tenía unos treinta mil y en el 1994, 45.354 habitantes.
Historia de El Ejido - Web oficial de turismo de Andalucía
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