PEQUEÑAS HISTORIAS ALMERIENSES
Inaugurada en 1973, se convirtió en un local de referencia del ocio nocturno y de las fiestas de Nochevieja. Allí se celebraron innumerables concursos de belleza femenina, de baile y de disfraces
Apocalipsis: la discoteca de Aguadulce que abrió hace 50 años
José Manuel Bretones
02 de enero 2023
Hace medio siglo, en enero de 1973, uno de los primeros extranjeros que pululaba por Aguadulce se presentó con una carpeta llena de papeles en el registro del Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Andrés Kalmes Phillipe, que así se llamaba, quería abrir una discoteca en un solar de 461 metros cuadrados de la urbanización “Los Jardines”. Consideraba que, en pocos años, la barriada costera sería un núcleo turístico de primer orden y habría un buen negocio.
El alcalde del municipio, José Pomares Martínez (1914-1984), firmó el edicto de la petición y, por si algún vecino presentaba observaciones o reclamaciones, la propuesta se colgó en el tablón de anuncios y se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia el 9 de febrero de 1973. Cinco meses después, el sueño de Kalmes Phillipe se hacía realidad en un inmueble blanco, de diseño muy peculiar, junto a la antigua carretera nacional, y con un gran letrero de colores en su cúspide: “Discoteca Apocalipsis”.
Aquel mítico lugar de baile y copas admitía en su interior hasta 300 clientes. Su logo, impreso en la tela de los posavasos y en camisetas, era el dibujo de una chica con los brazos entrelazados en la nuca. Durante mucho tiempo fue el lugar de ocio de referencia de Aguadulce, aunque, como todos los negocios de la noche, tuvo sus momentos de esplendor y de ocaso. El primer acto promocional se celebró en julio de 1973 con los participantes, técnicos y organizadores del Festival Internacional de la Canción de Almería, que tuvo lugar en el patio del colegio “La Salle”. Apocalipsis fletó dos autocares hasta la discoteca y agasajó a todos con un cóctel durante la entrega de unos premios. También se concedieron allí distintos trofeos del certamen de “snipes” del Club de Mar. “Marketing” puro. Y antes de que cuatro gurús lo “inventaran”.
En ese primer año de vida, se estableció un acuerdo con el “Hotel Satélites Park” para atraer a parejas los fines de semana. Bajo el “slogan” “sean apocalípticos”, por 1.000 pesetas tenías un vino de bienvenida, cena en el restaurante del complejo, velada en la disco con dos consumiciones, alojamiento, el desayuno y el almuerzo del domingo. Hubo otros eventos como, en 1975, la diversión bautizada con el singular nombre de “cubalibres a go gó”.
Las cenas musicales
Durante la Navidad de 1976, actuaron en directo varios grupos de música, aunque el público no respondió según lo esperado y la empresa comenzó a obtener pérdidas y a caer en impagos con los trabajadores. Así, la discoteca cambió de gerencia –llegaron los hermanos Amat- y desde la primavera de 1977 ofreció un tipo de ocio diferente: actuaron “Ella Amstrong”, “Canela en rama”, “Cal y Canto”, “Bambino”, “Polen”, “Teddy Boys”, “Ecos de la Marisma”, “Los Puntos”, “Amarillo”, “Los Romeros de la Puebla”, “Almanzora”, “Los Rocieros”, “Mili y Miguel” … Además, se habilitó en una esquina una gran barbacoa para leña que permitía la celebración de “cenas musicales” y se organizaron diferentes concursos. Entre ellos, el “premio nacional al mejor baile de discoteca”, consistente en dos millones de pesetas; “Miss Invierno”, con premio de un viaje a Melilla; “Miss Turismo”, “de rock and roll”, “Pareja ideal”, “al mejor disfraz”, “Miss Almería” o “Miss Apocalipsis 78”. Este título recayó en la cordobesa de 22 años Inmaculada García Chacón y sus damas de honor fueron Isabel Oliver Guirado y Mari Martín Baños.
Logotipo y posavasos de la discoteca Apocalipsis
Apocalipsis retomaba, a finales de los setenta, la fama de sus inicios gracias a acuerdos de colaboración con diferentes empresas y marcas (“Lois”, “Camisería Toledo”, “Boutique Rango”, “Cosmética Vectmen”, “Carbónica de Almería”, “Galerías Todo”, “Herz España”, o “Seven up”), la cobertura de espectáculos por parte de Joaquín de la Muela y la promoción en las ondas de Radio Juventud de Almería y Radio Popular. López Quesada era su “relaciones públicas” y la popularidad tal que otro tipo de negocios, instalados cerca de la discoteca, se anunciaban indicando que estaban abiertos en Aguadulce “en la calle de Apocalipsis”. Era el caso de la “Sauna Mesalina” que durante años empleó esa referencia urbana para los clientes que buscaban los masajes. Los ágapes de Nochevieja también fueron memorables. El cotillón para dar la bienvenida solía consistir en la mejor música, las uvas de la suerte, una botella de “Codorniu”, peladillas, turrones, la parafernalia de los matasuegras, globos y serpentinas y un sorteo entre los asistentes.
Fiesta de la A.D. Almería
Los años ochenta arrancaron en Apocalipsis con juergas durante los fines de semana que se prolongaban hasta el amanecer, eventos patrocinados por marcas de bebidas y sorteos entre los asistentes, como los cuadros de José Carrión Sánchez (1942-1990), “El pintor de la noche”. El 18 de diciembre de 1981 se organizó lo que llamaron “un encuentro deportivo-musical”, consistente en una fiesta vinculada al equipo de fútbol de la Agrupación Deportiva Almería. Hubo un debate entre los directivos del club –que meses después desapareció- y los locutores de Radio Cadena Española José Miguel Fernández García (1942-1993) y Pepe Acosta. Entre preguntas y respuestas actuaron el transformista “Borys”, el mago “Vaztany” -que sacaba un conejo de la carta de la sota de copas- y el cuadro flamenco “Los Canasteros”.
Los asistentes eran recibidos por azafatas vestidas de rojiblanco, y pantaloncillo azul, que repartieron bombones y flores; durante la noche se subastó una equipación completa del equipo y se sorteó el balón “con el cual la AD Almería consiguió su primer gol en Primera División” según decía la publicidad. Ignoro quién ganó el esférico, pero resulta complicado creer que esa pelota fue con la que el centrocampista José Manuel Corral marcara el primer gol del Almería en Primera, ya que fue el 8 de septiembre de 1979 en el campo del R.C.D. Español de Barcelona. Por cierto, perdimos 5-2 en un partido en el que Rafael Carlos Pérez González “alias Marañón” nos metió cuatro goles.
A finales de los ochenta, el local volvió a cambiar de propietario, pero ya nada fue lo mismo. A la discoteca le pasó como a la A.D. Almería: murió de éxito. De estar en la cima pasó al cierre, a la clausura; a la desaparición. A ver su nombre en la relación de embargos oficiales de los boletines oficiales. Apocalipsis pasó a la historia, pero sigue presente en el recuerdo lúdico de muchos almerienses que ya son abuelos.
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