IVÁN GÓMEZ | ACTUALIZADO 01.05.2015 DIARIO DE ALMERÍA
Nuevo golpe a la ruta abierta del Mediterráneo Oriental para el tráfico de hachís y en ocasiones también de cocaína. El asalto el martes a mediodía al mercante asiático María D, con bandera de República de Palaos, aproxima a la quincena la estadística de los narcobarcos interceptados en los últimos años en aguas del Mar de Alborán. La nueva operación que realizó la patrullera almeriense Alca del Servicio de Vigilancia Aduanera en aguas territoriales, con el apoyo de la embarcación Colimbo II con base en Motril, es un nuevo golpe a las mafias del narcotráfico que han recurrido a pesqueros y mercantes de gran tonelaje para transportar drogas, principalmente hachís, desde los países del norte de África con el objetivo de introducirlas después en Europa, sin descartar que en algunos casos se utilicen estos barcos como buques nodriza que descargan en embarcaciones de menor calado para descargar en las costas españolas e italianas.
El narcobarco María D, de 88 metros de eslora, procedía en las últimas 72 horas de un recorrido desde el Estrecho de Gibraltar y se mantuvo frente al litoral de Marruecos a velocidad reducida durante dos días, lo que despertó las sospechas de los servicios de vigilancia españoles. El abordaje lo realizaron los funcionarios del patrullero Alca de Almería, con el apoyo de medios aéreos y con el posterior relevo por el Abanto, a mediodía del martes en aguas del Mar de Alborán. Tras el asalto a la embarcación de bandera asiática se produjo la retención de los 9 tripulantes de nacionalidad turca que iban en el castillo de proa.
El peligroso estado del mar, con olas considerables, puso en peligro la operación inicialmente, si bien una vez controlado el buque los tripulantes colaboraron en todo momento. El Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, que ha establecido la vigilancia y control intensivo sobre la zona, sospecha que se trata de un cargamento de cocaína, como ya ocurriera con el Mungo, con bandera de Tanzania en septiembre, pero todavía no han encontrado la droga. Con el narcobarco también tripulado por turcos fueron cuatro los días de registro hasta dar con el alijo casi cuando estaban a punto de desistir. En esta ocasión, agentes de la Policía Nacional llevan ya tres días de intensa búsqueda en el muelle en el que permanece en el Puerto de Cartagena sin que haya dado resultado. Será en ese instante, cuando localicen el cargamento en uno de los miles de sitios en los que puede ocultar la cocaína, el buque, los nueve tripulantes y la droga intervenida pasarán a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Cartagena.
Las organizaciones de narcos se adaptan rápidamente a los nuevos escenarios, siendo muy ágiles para asumir los cambios de estrategia. El control de la ruta del Mediterráneo Oriental y de este tipo de mercantes es difícil porque son buques comerciales que emplean las autovías del mar por las que circulan de manera legal miles de barcos a diario y sólo despiertan sospechas con las paradas técnicas que realizan en pleno trayecto para poder cargar ingentes cantidades de hachís que llevan a países orientales del Mediterráneo para almacenarlas y luego trasladarlas a Europa. En año y medio, por parte de Italia, Francia y España se ha procedido a la aprehensión de los buques Adam, Gold Star, Luna-S, Moon Light, Avenir de Safi II, un pesquero egipcio sin nombre, el Berk Kaptan, Al Amir Khaled, Abou de Sherief, La Misericordia de Dios, Mayak, Assel, Aberdeen, Just Noran, Zakmar, Eiskos, Rinad y recientemente el Santa Rita Terza.
Otro narcobarco cae en el cerco a la ruta del Mediterráneo Oriental...
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