Los milagros que esconde La Molineta
La mítica balsa de los cien escalones, lugar sagrado para varias generaciones de adolescentes de Almería. La Voz.
Los milagros que esconde La Molineta. El lugar nos cuenta una historia de balsas y acequias, de minas y grutas que llegaron a ser escenarios de cine.
26/03/2017 Eduardo D. Vicente
Junto al viejo cortijo llamado de Góngora, a un lado de la Rambla de Belén, se abre un sendero que lleva hasta el corazón de la Molineta. Nada más empezar el camino aparece un pino seco, como un anuncio del abandono que ha sufrido este lugar en los últimos cuarenta años. El árbol está cerca de un palomar de piedra derruido, cuyo majestuoso arco descansa entre las rocas y la vegetación que con las últimas lluvias ha poblado el paisaje.
Subiendo, antes de perder de vista el palacio, se puede ver lo que queda de la antigua casa de los aparceros, frente a los restos de un aljibe y un bosque de eucaliptos que llena de sombras la hacienda. A medida que se empieza a subir el cerro uno descubre el alma de aquel lugar: los restos del canal de San Indalecio que con su entramado de acequias y balsas le dieron vida a la Molineta en las primeras décadas del siglo pasado, haciendo que el milagro del agua llegara desde los montes de Benahadux. Ahí están los restos del cauce contando su historia y los árboles que aguantaban el avance de la erosión para que el cerro no se tragara la acequia.
Lugar mágico
Aquel camino de cuestas lleva hasta un lugar mágico que desde lejos parece la base de una pirámide. Son las piedras de la balsa conocida con el nombre de ‘los cien escalones’, un escenario mítico para varias generaciones de adolescentes que conocieron la balsa cuando todavía tenía agua y cuando aún corría la leyenda de que un guarda despiadado con escopeta y cartuchos de sal rondaba por la zona para que ningún niño osara a darse un baño en aquellas aguas sagradas. En realidad, la balsa tiene cincuenta y dos escalones, pero si uno los baja y luego los sube entiende por qué el nombre de los cien escalones.
Frente a la gigantesca balsa estaba la casa del relojero, el encargado de abrir y cerrar las llaves de paso del agua cuando había que repartir las horas de riego entre los agricultores. De la vivienda quedan las piedras y un trozo de pared que ha sobrevivido al paso del tiempo.
La balsa de los cien escalones esconde una inmensa cueva en su interior, que linda con la zona donde estuvieron instalados los polvorines. Es la zona conocida también como las cuevas de Conan porque allí se estuvieron rodando escenas de la famosa película que en 1982 trajo a Almería al actor americano Arnold Schwarzenegger. En su origen, este paraje era una gran cantera de donde se extrajo la piedra con la que se construyó el dique de levante del puerto. Hasta la reforma de la Rambla de Belén, todavía era posible encontrarse con los restos de la vía estrecha por la que bajaba el tren cargado de piedras camino del muelle. Cuando se abandonaron las canteras la zona se transformó en un almacén de pólvora.
La columna
Una mina de las que atraviesan y rodean el cerro se abre paso entre las rocas, perforando la montaña hasta el lado de poniente. Allí se encuentra otra gruta que los niños del lugar bautizaron con el nombre de la cueva de la Columna, en honor a la piedra gigantesca que cuelga del techo. Se trata de una antigua balsa que se quedó sin agua como poco a poco se fue quedando sin vida aquel inmenso parque al norte de la ciudad.
La Molineta es un mundo perdido y una oportunidad desperdiciada. No existe otro parque con mayores posibilidades que aquellos cerros surcados por acequias, donde todavía huele a tomillo y donde se han hecho fuertes los okupas que han convertido las cuevas en espacios habitables. La Molineta es también un mundo de contrastes. En su interior encierra el corazón de otra época, mientras que en sus aledaños ya se siente el avance del progreso que está construyendo en una de sus laderas un grupo de viviendas que será el primero de nuevas urbanizaciones que iran convirtiendo en ciudad aquel espacio lleno de naturaleza.
Los milagros que esconde La Molineta
¿Qué es la Fibromialgia?
La fibromialgia es un cuadro de síntomas crónicos que se caracteriza por dolor generalizado. Sólo en Estados Unidos se estima que existen 10 millones de personas que padecen de fibromialgia, la mayoría de éstas son mujeres en edad de maternidad.
¿Cuáles son los síntomas de la Fibromialgia?
Los síntomas de la Fibromialgia incluyen dolores y agarrotamiento o rigidez en los músculos, tendones y ligamentos, el dolor puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y puede ser de naturaleza localizada o difusa, por lo general los síntomas van apareciendo de forma gradual y con frecuencia se manifiestan y desaparecen en ciclos determinados. Las mujeres tienden a padecer problemas más extendidos, mientras que en el caso de los hombres, éstos tienden a desarrollar síntomas más localizados, por ejemplo dolor en los hombros.
- El dolor frecuentemente se describe como un dolor muscular profundo, de naturaleza ardiente, pulsátil o agudo, por lo general tanto dolor como el agarrotamiento es más intenso durante las mañanas.
- Hay sensación de falta de energía e incapacidad para concentrarse, la cual puede variar desde leve hasta verdaderamente incapacitante.
- Dificultades para dormir.-Las personas sienten que no descansa realmente durante el sueño, es característico que los pacientes con fibromialgia manifiesten sentirse cansados al momento de despertarse.
- Cerca de un 50% de los pacientes manifiestan una alta sensibilidad a los ruidos, luces brillantes, olores, medicamentos y ciertas comidas.
- Dolor de cabeza crónico. Cerca de la mitad de los pacientes reportan migrañas o dolores de cabeza en general.
- Síndrome de Colon Irritable. Entre 40 a 70% de los pacientes experimentan algún grado de diarrea, estreñimiento, dolor abdominal y meteorismo.
Otros síntomas incluyen mareos o vértigo, aturdimiento, calambres menstruales, dolor mandibular, sensaciones de zumbido, problemas cognitivos y de memoria, disfunción temporomandibular, dolor pélvico, síndrome de pierna inquieta, sensibilidad a agentes químicos y temperatura, ansiedad y depresión. Los síntomas mencionados, pueden variar tanto en intensidad como en frecuencia.
Ya que ninguno de estos síntomas son específicos para este problema, los médicos no pueden realizar un diagnóstico basándose en la presencia de uno o más de ellos. En lugar de esto, hoy en día se maneja un criterio diagnóstico específico en el que los pacientes deben presentar dolor en cuatro cuadrantes del cuerpo por un lapso mínimo de tres meses, y sensibilidad en por lo menos de 11 a 18 puntos específicos llamados “puntos sensibles” presentes en el cuello, espalda, caderas, brazos, piernas, puntos que son dolorosos a palpación.
¿Cuáles son las causas de la Fibromialgia?
Algunas investigaciones parecen sugerir que entre las causas de la fibromialgia se encuentra un desequilibrio en el sistema nervioso, el cual amplifica las sensaciones normales convirtiendo incluso el más leve toque en una sensación dolorosa. Esta súper sensibilidad al dolor pareciera ser de origen genético según algunas fuentes. En mi opinión esto es muy difícil de creer. Tiendo más a pensar en que la causa verdadera esta bajo nuestra responsabilidad, y no de nuestra herencia genética.
La fibromialgia se presenta por lo general en familias, lo que indicaría errores de estilo de vida heredados.
Los pacientes, también presentan niveles anormalmente altos de un neuro-péptido llamado sustancia P, el cual forma parte del sistema de comunicación de las señales del dolor hacia el cerebro y un bajo nivel de hormonas encargadas del control y mitigación del dolor como la serotonina y norepinefrina.
Incluso si hay personas que realmente tienen una predisposición genética para padecer fibromialgia, que no lo creo, deben estar expuestas a algún o algunos eventos que inicie el problema. Este evento puede ser una infección viral, estrés emocional, un accidente, la exposición a medicamentos o agentes químicos, parásitos, amalgamas dentales con mercurio, radiaciones electromagnéticas, geopatías, bloqueos por cicatrices, o más de uno de ellos que contaminan el terreno interior haciéndolo más ácido e iniciando una secuencia patológica en cadena.
¿Cuáles el tratamiento convencional para la Fibromialgia?
No existe un sólo tratamiento convencional confiable para la fibromialgia. El tratamiento de este cuadro requiere un enfoque holístico con profesionales que se encuentren familiarizados con este síndrome.
Todavía existen médicos alopáticos que sostienen que la fibromialgia no es real solamente por el hecho de que no puede ser detectada mediante exámenes auxiliares como rayos X, analíticas sanguíneas y otros elementos de diagnóstico.
En la medicina convencional, hasta el momento, la FDA solamente ha aprobado un medicamento para el tratamiento de la fibromialgia, se trata de la Pregabalina para la Fibromialgia, sin embargo rutinariamente se suelen emplear otros medicamentos como:
- Analgésicos. Estos van desde aquellos que pueden ser comprados sin necesidad de receta médica como el acetaminofén, hasta medicamentos de prescripción que incluso, en algunos casos, incluyen analgésicos narcóticos que son prescritos para aquellas personas con dolor muscular severo. Sin embargo, hasta el momento no existe ninguna evidencia sólida que demuestre que los narcóticos son efectivos para el dolor crónico presente en la fibromialgia. Además su uso prolongado expone al paciente a riesgos no solamente físicos sino también a dependencia psicológica.
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) en la Fibromialgia. Dentro de esta categoría podemos encontrar a la aspirina, Ibuprofeno y naproxeno sódico, estos medicamentos funcionan al inhibir las prostaglandinas, que son sustancias que desempeñan un rol clave en el proceso inflamatorio y del dolor. Pueden ayudar a disminuir los dolores musculares presentes en la fibromialgia así como los malestares menstruales y dolores de cabeza que se encuentran frecuentemente asociados con este síndrome.
- Los antidepresivos tricíclicos en la Fibromialgia. Estos medicamentos funcionan al elevar los niveles de serotonina y norepinefrina en el sistema nervioso central. Se han asociado bajos niveles de estas sustancias no sólo con la depresión, sino también con el dolor y la fatiga. Los antidepresivos tricíclicos ingeridos antes de dormir en dosis más bajas que las empleadas para los casos de depresión pueden incrementar los efectos de las endorfinas, que son los analgésicos naturales producidos por el cuerpo.
- Otros antidepresivos para la Fibromialgia como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina. Cuando son tomados en dosis más bajas que las empleadas para tratar la depresión pueden reducir tanto la fatiga como otros síntomas asociados con la fibromialgia. Por otro lado, las combinaciones de los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, medicamentos tricíclicos y la amitriptilina, parecen funcionar mejor en conjunto que cuando se les compara con cada uno de ellos de forma individual. Por ejemplo el valium, que es prescrito para ayudar a la relajación, problemas de dolor muscular y para estabilizar ondas cerebrales erráticas que pueden interferir con el sueño profundo. Este tipo de medicamentos también pueden aliviar los síntomas como el síndrome de la pierna inquieta, los cuales son comunes en personas que padecen fibromialgia. Sin embargo, debido a su alto potencial de adicción, los médicos prefieren prescribir las benzodiazepinas solamente cuando los otros medicamentos no han sido de ayuda.
El tratamiento de la fibromialgia debería basarse más bien en una combinación de terapias holísticas que persigan el objetivo de:
- equilibrar el pH del terreno interior
- limpieza de órganos
- drenaje linfático
- limpieza de metales pesados
- tonificación de órganos
- potenciación del sistema inmune
En eso se basa el programa que estoy desarrollando en mi nuevo libro “DES-CANSADO…y sin Fibromialgia”. En él cuento mi experiencia de curación y la de muchos de mis pacientes. Explico como lo hemos logrado y todos los detalles para que tu también puedas hacerlo.
Algunos tratamientos naturales para la Fibromialgia
- El ejercicio regular moderado ha demostrado ser uno de los mejores tratamientos para la Fibromialgia. Aunque los dolores musculares podrían agudizarse durante el ejercicio, este dolor por lo general desaparece luego de 30 minutos. Los ejercicios más recomendados son aquellos que involucran actividad aeróbica de bajo impacto y de estiramiento. Por ejemplo la natación, caminatas, yoga, las disciplinas chinas Tai Qi y QiQong, y el empleo de máquinas para entrenamiento cardiovascular como bicicletas estaticas o máquinas elípticas.
- Hábitos de sueño regulares.-Son imprescindibles para reducir el dolor y mejorar tanto la energía como el estado de ánimo.
- Técnicas de relajación y control del stress. Tales como el yoga, meditación y ejercicios respiratorios.
- Terapia cognitivo conductual. La cual brindará elementos para confrontar mejor la situación y lidiar con los síntomas y el estrés.
- Acupuntura o masajes. Ambos han demostrado ser eficientes para controlar el dolor.
- El método Feldenkrais para la Fibromialgia. El cual ayuda a corregir malos hábitos de postura y movimientos, los cuales contribuyen a exacerbar el dolor.
- Terapia Hammer. La que puede proporcionar herramientas en la búsqueda de una causa emocional/psicilógica profunda como agente “disparador” de síntomas.
Suplementos nutricionales
- Se recomienda una dieta alcalina rica en frutas orgánicas, vegetales, hortalizas, legumbres y frutos secos. Dicha dieta incrementará las defensas naturales del cuerpo y su mecanismo natural de sanación además de proporcionar álcalis al medio interno acidificado.
- La suplementación diaria de Magnesio ha demostrado ser eficaz en la disminución de los dolores.
- Eliminar de la dieta los aceites naturales poliinsaturados, la margarina, aceites parcialmente hidrogenados y todos aquellos alimentos que pudieran contener ácidos grasos trans. En la medida de lo posible emplear aceite de oliva extra virgen y de linaza como la principal fuente de grasa.
- Incrementar la ingesta de ácidos grasos omega-3.
- Ingerir de forma frecuente jengibre y cúrcuma, ya que poseen efectos antiinflamatorios.
- Adicionalmente a un régimen diario antioxidante, ingerir 150 mg de magnesio y entre 500 a 700 mg de calcio, lo cual ayudará a relajación y el mantenimiento tanto del tejido nervioso como del tejido múscular.
- También han demostrado ser eficientes el ácido málico y la Boswellia.