martes, 16 de octubre de 2012
Míchel recibe el cariño de la afición rayista en su homenaje
''Míchel'', jugador del Rayo Vallecano durante 16 temporadas, recibió este lunes un emotivo homenaje por parte de la afición franjirroja, que le agradeció su compromiso y aportación al club.
EFE | 15/10/2012
El exfutbolista Miguel Ángel Sánchez Muñoz ''Míchel'', jugador del Rayo Vallecano durante 16 temporadas, recibió este lunes un emotivo homenaje por parte de la afición franjirroja, que le agradeció su compromiso y aportación al club durante el tiempo que vistió su camiseta. El homenaje, organizado por la afición del Rayo y celebrado en el salón de actos del colegio Raimundo Lulio, donde estudió Míchel, sirvió para que el exfutbolista recibiera un cálido tributo por parte de la hinchada que durante tantos años le animó en el campo y que tanto disfrutó con su fútbol.
"Me habéis hecho feliz desde que entré en el primer equipo y habéis hecho de este homenaje un día inolvidable. Siempre soñé con ser futbolista por días como éste. Fuera títulos, fuera dinero, este homenaje es impagable. Es uno de los días más felices de mi vida, es un orgullo que mi familia se sienta reconocida", confesó Míchel en el escenario.
"Ha sido una carrera muy bonita y me quedo con las cosas positivas de todos los entrenadores. Para mi la afición es muy importante, fuisteis los primeros en tirar del carro y el gol de la permanencia de Tamudo no es solo de él, es de las 14.500 personas que ese día llenaron Vallecas, porque sin ellas no hubiera sido posible", dijo. Durante el acto de homenaje se proyectó un vídeo de cuarenta minutos de duración en el que se fueron sucediendo testimonios de compañeros de vestuario, representantes de las diversas peñas rayistas o amigos de la infancia.
El momento más emotivo del homenaje fue cuando los padres de Míchel, Candela y Benjamín, subieron al escenario para fundirse en un cálido abrazo con su hijo mientras el público en pie aplaudía y coreaba su nombre. Antes de terminar, Míchel, que desde su retirada en junio de 2012 ocupa un cargo dentro del club como asesor de las diferentes categorías del Rayo, incluido el primer equipo, lanzó un mensaje a su afición.
"Estoy deseando que el club siga en lo más alto para que lo podamos disfrutar, porque nosotros somos el Rayo", concluyó Míchel. El exjugador, de 36 años, se formó en las categorías inferiores del club franjirrojo, con el que debutó en Primera en la decimotercera jornada de la temporada 1993-1994 frente al Barcelona, de la mano del técnico Fernando Zambrano. La trayectoria deportiva de Míchel siempre ha estado ligada al Rayo, salvo un paréntesis en el que vistió las camisetas del Almería (1996-1997), Murcia (2003-2004 y 2005-2006) y Málaga (2004-2005).
Míchel recibe el cariño de la afición rayista en su homenaje - LIGA BBVA RAYO - AS.com
miércoles, 10 de octubre de 2012
martes, 9 de octubre de 2012
Un fármaco podría anular los efectos de un derrame cerebral
EFE | WASHINGTON
Los pacientes que lo recibieron sufrieron menos daño en el tejido y "menos infartos isquémicos"
Los investigadores aseguran que solo dos personas experimentaron "efectos secundarios leves"
Un nuevo medicamento conocido como NA-1 podría proteger ante los daños de un derrame cerebral, según un estudio realizado durante dos años y medio por investigadores de EE UU y Canadá y publicado hoy en la revista 'Lancet Neurology'. El estudio, realizado en 185 pacientes que habían tenido un aneurisma intracraneal entre septiembre de 2008 y marzo de 2011, concluyó que el medicamento podría reducir el impacto de un derrame. Noventa y tres sujetos se dirigieron al grupo de placebo y recibieron una inyección de agua salina, mientras que a los 92 restantes se les administró NA-1, según la revista.
Los individuos de ese último grupo mostraron menos áreas de tejido cerebral dañado y "sostuvieron menos infartos isquémicos", de acuerdo con los investigadores, que desplegaron el experimento en catorce hospitales de los dos países.
El estudio concluye que el medicamento es seguro, ya que sólo dos pacientes sufrieron efectos secundarios "menores" y no hubo ninguno grave. El medicamento se había probado antes en primates, en una serie de experimentos que apuntaron a que podía prevenir la muerte de células cerebrales cuando una apoplejía las privaba de oxígeno.
Los investigadores concluyeron que "la neuroprotección en un derrame cerebral isquémico en los humanos es posible y debe ser investigada en estudios más amplios". Hasta ahora, los estudios que han empleado medicamentos para proteger el cerebro han resultado en escasos avances, por lo que la Asociación sobre el Derrame Cerebral de EE UU consideró el estudio "prometedor", pero subrayó que se debe investigar en profundidad
Un fármaco podría anular los efectos de un derrame cerebral. Ideal
Los pacientes que lo recibieron sufrieron menos daño en el tejido y "menos infartos isquémicos"
Los investigadores aseguran que solo dos personas experimentaron "efectos secundarios leves"
Un nuevo medicamento conocido como NA-1 podría proteger ante los daños de un derrame cerebral, según un estudio realizado durante dos años y medio por investigadores de EE UU y Canadá y publicado hoy en la revista 'Lancet Neurology'. El estudio, realizado en 185 pacientes que habían tenido un aneurisma intracraneal entre septiembre de 2008 y marzo de 2011, concluyó que el medicamento podría reducir el impacto de un derrame. Noventa y tres sujetos se dirigieron al grupo de placebo y recibieron una inyección de agua salina, mientras que a los 92 restantes se les administró NA-1, según la revista.
Los individuos de ese último grupo mostraron menos áreas de tejido cerebral dañado y "sostuvieron menos infartos isquémicos", de acuerdo con los investigadores, que desplegaron el experimento en catorce hospitales de los dos países.
El estudio concluye que el medicamento es seguro, ya que sólo dos pacientes sufrieron efectos secundarios "menores" y no hubo ninguno grave. El medicamento se había probado antes en primates, en una serie de experimentos que apuntaron a que podía prevenir la muerte de células cerebrales cuando una apoplejía las privaba de oxígeno.
Los investigadores concluyeron que "la neuroprotección en un derrame cerebral isquémico en los humanos es posible y debe ser investigada en estudios más amplios". Hasta ahora, los estudios que han empleado medicamentos para proteger el cerebro han resultado en escasos avances, por lo que la Asociación sobre el Derrame Cerebral de EE UU consideró el estudio "prometedor", pero subrayó que se debe investigar en profundidad
Un fármaco podría anular los efectos de un derrame cerebral. Ideal
lunes, 8 de octubre de 2012
Mujer coraje
Milagros, contra todo pronóstico, hace que su marido, Manuel, vuelva a hablar a pesar de que le daban 'por ausente total' tras un grave daño cerebral
JENNIFER SIMÓN | IDEAL ALMERÍA
En la comunión de su hijo el pequeño, la pareja, Milagros y Manuel, se sigue profesando un amor que seguramente tenga que ver en su fuerza para seguir adelante. :: M.P.
Milagros necesitaba una grúa para poder mover a su marido, Manuel, porque ella estaba convaleciente y ya no podía hacerlo como hasta ahora. Su llamada por facebook fue respondida en pocas horas, y Eduardo y Víctor, les regalaron esa grúa, la grúa 'Víctor', que ha supuesto para ellos un 'mundo' en su vida diaria.
La tarde que hablábamos por vez primera con ella a raíz de su llamamiento se encontraba «desbordada». Increíblemente emocionada de ver como «gente que conozco y que no conozco nos apoya tanto», dice Milagros Pérez, quien hace cinco años se topó de bruces con un suceso tan inesperado como rotundo que cambió en 180 grados lo que había sido su vida hasta entonces. Para aquellas fechas, sus hijos, Manuel y Antonio, tenían 4 y 9 años y mientras hacía repaso de lo que había sucedido lo primero que se le venía a uno a la cabeza era qué fuerza era la que la había empujado a luchar y 'pelear' por su marido y su familia. No le gusta que la llamen 'mujer o esposa coraje', pero realmente, es lo que es.
Su marido, Manuel, la mira y sonríe, y en varias ocasiones, le ayuda a recordar algún nombre de alguien que en esos años les han ayudado de una forma u otra. Cierto es que se ha encontrado de todo, decepción a veces, y agradables sorpresas en otras.. Pero, al final, eso es la vida. Nunca se piensa lo grande que puede ser un buen sentimiento hasta que uno tropieza con estas cosas.
311 días
Manuel y Milagros pasaron 311 días fuera de su casa. Así se llamará su libro '311 días', «si algún día ve la luz. por si acaso, he ido apuntando todo lo que nos ha sucedido en este tiempo. porqué? porque lo he pasado muy mal», nos comenta.
311 días en los que Milagros sólo se arrepiente de una cosa: «haber tenido que dejar a mis hijos», pero la causa bien lo justificaba. De hecho, ha conseguido contra todo pronóstico y a pesar de las trabas, los problemas, las palabras mal usadas de algunos. que sus hijos puedan abrazar aún a su padre. Un padre que las mañanas de sábado, 'incordiaba' a su mujer bien temprano y la hacía levantarse. para llamar a sus dos pequeños y tenerlos allí con él y jugar. Aquella mañana no pudo ser, no le dio tiempo. Aquella mañana de sábado de 2007, como era habitual «empezó a chincharme, y hubo un momento en que me dijo. me duele la cabeza. yo le contesté y a mí el alma. me respondió: no es normal este dolor.. y le dije: lo que no es normal es que cada sábado me hagas lo mismo», explicaba Milagros, lo que fue la antesala de un hecho que sacudió sus vidas. Cuando se giró para decirle a su marido que ya estaba bien de incordiar. lo halló mal, con espasmos, convulsiones. no sabía lo que le pasaba.. enseguida llamó a un médico y. todo se precipitó.
En pocas horas, Manuel estaba en coma, en Huércal Overa y después en Almería. El pronóstico era grave, un derrame, dos coágulos en el cerebro, un coma profundo que no auguraba nada bueno. un mal sueño que le duró diez meses.
«Mi primer recuerdo fue una Navidad. mis niños jugaban con el 'cagatió'», nos dice él mismo, con la dificultad que entraña el empezar de nuevo a hablar por sí mismo y con la discapacidad de parte del cuerpo inmóvil. Milagros detalla que eso fue en casa de su prima en Barcelona y que hasta entonces habían pasado ocho meses de travesía, él navegando en su interior y desde fuera, ella, contra viento y marea, por verle despertar de nuevo. De Almería, a Huércal Overa y de allí a una clínica de rehabilitación en Badalona, la Guttmann. De la nada. del estado vegetativo sin esperanzas (de algunos) a volver a hablar, comer y mover la parte superior izquierda de su cuerpo. "En diez meses le he hablado más que en diez años de matrimonio, le leí no sé cuántos libros.», dice Milagros.
Es difícil sacar una conclusión a tantos días de lucha. «En Huércal Overa se portaron de maravilla, nos trataron muy bien. Me ayudaron en mi empeño por conseguir que Manuel recuperara parte de su vida», poniendo toda la carne en el asador, Milagros a los pocos meses de ver que su marido no despertaba y que, poco a poco, todo el mundo perdía la esperanza y el interés. El «muy puñetero» explica esta gran mujer parecía que quería dejarme en evidencia, yo veía signos de conciencia, movimientos, pero cuando había gente, no se inmutaba. «Así que decidí grabarlo con el móvil para enseñarlo después. ya no sé si los médicos pensaron que me estaba volviendo loca o que mi empeño merecía por lo menos una oportunidad, así que. llamando a muchas puertas, al final una se abrió y conseguimos llegar a la clínica Guttmann, donde toda el mundo se abrió a la recuperación de Manuel. y por fin despertó», asegura.
¿Triste?. ¿para qué?
Su día a día es más complicado de lo que se podría llamar normal. Las limitaciones de Manuel hacen que su vida se desarrolle ahora de forma más 'encorsetada', «pero estamos juntos, los cuatro, y eso es lo importante, si necesito ayuda la pido, y tengo mucho que agradecer a tanta gente de este pueblo que no ha dudado en 'fiarme', en ayudarme en la medida de las posibilidades de cada cual», explica Milagros.
«¿Qué es Milagros para ti?», le preguntamos a Manuel, «lo es todo», nos responde. De hecho gracias a ella, este hombre nos cuenta que desde su primer recuerdo el 24 de diciembre, «estoy mucho mejor, he cambiado en todo, antes no hablaba y ahora hablo, antes comía por la sonda del estómago y ahora como por la boca, antes no podía mover nada la parte derecha y ahora la muevo un poco, ahora ya puedo jugar un poco con mis hijos y chinchar a mi Milagros», dice socarrón, porque su carácter no ha cambiado en esencia y «sigue siendo el Malilla de siempre, con sus trabas físicas, pero el de siempre», añade Milagros.
Manuel dice sentirse «bien, dentro de todo lo malo, bien, en general, bien, sin movilidad pero bien... de ánimo estoy bien... cansado sí, triste. ¿para qué?... ya sé lo que es y no sirve de nada estar triste, si estoy bien de ánimo y no triste es porque tengo a mis hijos que son mis pies y mis manos, si ya es mucho sufrimiento para ellos, digo lo que dice mi 'menúa', si nosotros estamos mal, los niños lo pasan mal y todos estaremos peor... no sirve de nada estar siempre dándole vueltas a esto... tenemos que vivir así y tenemos que hacerlo de la mejor manera que podamos. Todo lo bueno que me ha pasado desde aquel día es gracias a mis hijos y a mi Milagros».
Este cuevano dice valorar como siempre todo en la vida, disfrutar de su familia, tomar algo con los amigos, «ahora cualquier momento que paso con mis hijos es igual de importante que antes, pero lo disfruto más, porque no sé si mañana podré hacerlo. La gente es egoísta y no sabe lo que tiene, o mejor dicho, no sabemos lo que tenemos hasta que no nos pasa una cosa así».
Manuel y Milagros nos dan una lección de vida, a todos y cada uno de nosotros, sólo con sus palabras. Dice Manuel que «no se puede uno desesperar, hay que vivir y no estar todos los días lamentándose. Lo malo de todo esto es que te das cuenta de a quien le importas realmente. Para los buenos momentos siempre he tenido muchos amigos y amistades, ahora quedan muy pocos, hemos conocido amigos nuevos y la verdad es que son muy buenos amigos porque nos han conocido así y están aquí para todo».
Milagros añade: «Decir a toda esa gente que dicen 'qué lástima, que pena.' no hay que tener lástima de las personas como Manuel, lo que hay que hacer es estar con esas personas, hacerles compañías, ayudar a que su día a día sea más fácil y para esto no se necesita ni mucho tiempo ni por supuesto dinero, simplemente ganas... las personas afectadas por un daño cerebral como Manuel no siempre tienen que haber perdido la memoria, a veces pasa como a él, que pierdes la movilidad y la facilidad para expresarse al hablar, pero sigue siendo Manuel 'El Malilla'. No podemos darle la espalda a la gente que tiene una discapacidad, no podemos olvidarnos de ellos, porque ellos no se olvidan de nosotros».
Milagros quiere resaltar la profesionalidad del personal del Institut Guttman, «que aunque luego tú te vuelvas a casa, siguen recordándote. De hecho, hemos recibido aquí en caso la visita de la Dra. Sara Laxer, el Dr. Guevara y la enfermera Carmen, para nosotros un orgullo que nos visitaran». Pero, además, tiene mil agradecimientos a mucha gente: al Centro de Salud de Cuevas del Almanzora, al hospital de Huércal-Overa, a la que ha sido su médico de cabecera María Dolores Acosta, y a toda la gente con la que trabaja en el Ayuntamiento, al alcalde Jesús Caicedo y la corporación local, a algunos comercios de Cuevas que no dudaron en apoyarlos en todo, a su gran amiga Mary Sol, a sus primos, a su madrina y a los amigos de Barcelona, «a mi hermano mayor y su familia, a mi cuñada que se quedó con mis hijos, a 'los abuelos', a.», Milagros tiene una lista inmensa y pide de antemano perdón por si se deja a alguien en el tintero, que también quede agradecido, resumiéndolo en esta frase: "A todas esas personas que desde el primer momento han estado con nosotros y que también ahora nos ayudan en el día a día», explica. Un día a día que se desarrolla en una 'lucha' para estar bien, para vivir mejor dentro de ese vuelco del día 24 de marzo de 2007, un día a día que, contra todo pronóstico logró mejorar para ella, su marido y sus hijos, con el coraje de alguien digno de admirar, de apoyar y de, por supuesto, no olvidar.
Mujer coraje. Ideal
JENNIFER SIMÓN | IDEAL ALMERÍA
En la comunión de su hijo el pequeño, la pareja, Milagros y Manuel, se sigue profesando un amor que seguramente tenga que ver en su fuerza para seguir adelante. :: M.P.
Milagros necesitaba una grúa para poder mover a su marido, Manuel, porque ella estaba convaleciente y ya no podía hacerlo como hasta ahora. Su llamada por facebook fue respondida en pocas horas, y Eduardo y Víctor, les regalaron esa grúa, la grúa 'Víctor', que ha supuesto para ellos un 'mundo' en su vida diaria.
La tarde que hablábamos por vez primera con ella a raíz de su llamamiento se encontraba «desbordada». Increíblemente emocionada de ver como «gente que conozco y que no conozco nos apoya tanto», dice Milagros Pérez, quien hace cinco años se topó de bruces con un suceso tan inesperado como rotundo que cambió en 180 grados lo que había sido su vida hasta entonces. Para aquellas fechas, sus hijos, Manuel y Antonio, tenían 4 y 9 años y mientras hacía repaso de lo que había sucedido lo primero que se le venía a uno a la cabeza era qué fuerza era la que la había empujado a luchar y 'pelear' por su marido y su familia. No le gusta que la llamen 'mujer o esposa coraje', pero realmente, es lo que es.
Su marido, Manuel, la mira y sonríe, y en varias ocasiones, le ayuda a recordar algún nombre de alguien que en esos años les han ayudado de una forma u otra. Cierto es que se ha encontrado de todo, decepción a veces, y agradables sorpresas en otras.. Pero, al final, eso es la vida. Nunca se piensa lo grande que puede ser un buen sentimiento hasta que uno tropieza con estas cosas.
311 días
Manuel y Milagros pasaron 311 días fuera de su casa. Así se llamará su libro '311 días', «si algún día ve la luz. por si acaso, he ido apuntando todo lo que nos ha sucedido en este tiempo. porqué? porque lo he pasado muy mal», nos comenta.
311 días en los que Milagros sólo se arrepiente de una cosa: «haber tenido que dejar a mis hijos», pero la causa bien lo justificaba. De hecho, ha conseguido contra todo pronóstico y a pesar de las trabas, los problemas, las palabras mal usadas de algunos. que sus hijos puedan abrazar aún a su padre. Un padre que las mañanas de sábado, 'incordiaba' a su mujer bien temprano y la hacía levantarse. para llamar a sus dos pequeños y tenerlos allí con él y jugar. Aquella mañana no pudo ser, no le dio tiempo. Aquella mañana de sábado de 2007, como era habitual «empezó a chincharme, y hubo un momento en que me dijo. me duele la cabeza. yo le contesté y a mí el alma. me respondió: no es normal este dolor.. y le dije: lo que no es normal es que cada sábado me hagas lo mismo», explicaba Milagros, lo que fue la antesala de un hecho que sacudió sus vidas. Cuando se giró para decirle a su marido que ya estaba bien de incordiar. lo halló mal, con espasmos, convulsiones. no sabía lo que le pasaba.. enseguida llamó a un médico y. todo se precipitó.
En pocas horas, Manuel estaba en coma, en Huércal Overa y después en Almería. El pronóstico era grave, un derrame, dos coágulos en el cerebro, un coma profundo que no auguraba nada bueno. un mal sueño que le duró diez meses.
«Mi primer recuerdo fue una Navidad. mis niños jugaban con el 'cagatió'», nos dice él mismo, con la dificultad que entraña el empezar de nuevo a hablar por sí mismo y con la discapacidad de parte del cuerpo inmóvil. Milagros detalla que eso fue en casa de su prima en Barcelona y que hasta entonces habían pasado ocho meses de travesía, él navegando en su interior y desde fuera, ella, contra viento y marea, por verle despertar de nuevo. De Almería, a Huércal Overa y de allí a una clínica de rehabilitación en Badalona, la Guttmann. De la nada. del estado vegetativo sin esperanzas (de algunos) a volver a hablar, comer y mover la parte superior izquierda de su cuerpo. "En diez meses le he hablado más que en diez años de matrimonio, le leí no sé cuántos libros.», dice Milagros.
Es difícil sacar una conclusión a tantos días de lucha. «En Huércal Overa se portaron de maravilla, nos trataron muy bien. Me ayudaron en mi empeño por conseguir que Manuel recuperara parte de su vida», poniendo toda la carne en el asador, Milagros a los pocos meses de ver que su marido no despertaba y que, poco a poco, todo el mundo perdía la esperanza y el interés. El «muy puñetero» explica esta gran mujer parecía que quería dejarme en evidencia, yo veía signos de conciencia, movimientos, pero cuando había gente, no se inmutaba. «Así que decidí grabarlo con el móvil para enseñarlo después. ya no sé si los médicos pensaron que me estaba volviendo loca o que mi empeño merecía por lo menos una oportunidad, así que. llamando a muchas puertas, al final una se abrió y conseguimos llegar a la clínica Guttmann, donde toda el mundo se abrió a la recuperación de Manuel. y por fin despertó», asegura.
¿Triste?. ¿para qué?
Su día a día es más complicado de lo que se podría llamar normal. Las limitaciones de Manuel hacen que su vida se desarrolle ahora de forma más 'encorsetada', «pero estamos juntos, los cuatro, y eso es lo importante, si necesito ayuda la pido, y tengo mucho que agradecer a tanta gente de este pueblo que no ha dudado en 'fiarme', en ayudarme en la medida de las posibilidades de cada cual», explica Milagros.
«¿Qué es Milagros para ti?», le preguntamos a Manuel, «lo es todo», nos responde. De hecho gracias a ella, este hombre nos cuenta que desde su primer recuerdo el 24 de diciembre, «estoy mucho mejor, he cambiado en todo, antes no hablaba y ahora hablo, antes comía por la sonda del estómago y ahora como por la boca, antes no podía mover nada la parte derecha y ahora la muevo un poco, ahora ya puedo jugar un poco con mis hijos y chinchar a mi Milagros», dice socarrón, porque su carácter no ha cambiado en esencia y «sigue siendo el Malilla de siempre, con sus trabas físicas, pero el de siempre», añade Milagros.
Manuel dice sentirse «bien, dentro de todo lo malo, bien, en general, bien, sin movilidad pero bien... de ánimo estoy bien... cansado sí, triste. ¿para qué?... ya sé lo que es y no sirve de nada estar triste, si estoy bien de ánimo y no triste es porque tengo a mis hijos que son mis pies y mis manos, si ya es mucho sufrimiento para ellos, digo lo que dice mi 'menúa', si nosotros estamos mal, los niños lo pasan mal y todos estaremos peor... no sirve de nada estar siempre dándole vueltas a esto... tenemos que vivir así y tenemos que hacerlo de la mejor manera que podamos. Todo lo bueno que me ha pasado desde aquel día es gracias a mis hijos y a mi Milagros».
Este cuevano dice valorar como siempre todo en la vida, disfrutar de su familia, tomar algo con los amigos, «ahora cualquier momento que paso con mis hijos es igual de importante que antes, pero lo disfruto más, porque no sé si mañana podré hacerlo. La gente es egoísta y no sabe lo que tiene, o mejor dicho, no sabemos lo que tenemos hasta que no nos pasa una cosa así».
Manuel y Milagros nos dan una lección de vida, a todos y cada uno de nosotros, sólo con sus palabras. Dice Manuel que «no se puede uno desesperar, hay que vivir y no estar todos los días lamentándose. Lo malo de todo esto es que te das cuenta de a quien le importas realmente. Para los buenos momentos siempre he tenido muchos amigos y amistades, ahora quedan muy pocos, hemos conocido amigos nuevos y la verdad es que son muy buenos amigos porque nos han conocido así y están aquí para todo».
Milagros añade: «Decir a toda esa gente que dicen 'qué lástima, que pena.' no hay que tener lástima de las personas como Manuel, lo que hay que hacer es estar con esas personas, hacerles compañías, ayudar a que su día a día sea más fácil y para esto no se necesita ni mucho tiempo ni por supuesto dinero, simplemente ganas... las personas afectadas por un daño cerebral como Manuel no siempre tienen que haber perdido la memoria, a veces pasa como a él, que pierdes la movilidad y la facilidad para expresarse al hablar, pero sigue siendo Manuel 'El Malilla'. No podemos darle la espalda a la gente que tiene una discapacidad, no podemos olvidarnos de ellos, porque ellos no se olvidan de nosotros».
Milagros quiere resaltar la profesionalidad del personal del Institut Guttman, «que aunque luego tú te vuelvas a casa, siguen recordándote. De hecho, hemos recibido aquí en caso la visita de la Dra. Sara Laxer, el Dr. Guevara y la enfermera Carmen, para nosotros un orgullo que nos visitaran». Pero, además, tiene mil agradecimientos a mucha gente: al Centro de Salud de Cuevas del Almanzora, al hospital de Huércal-Overa, a la que ha sido su médico de cabecera María Dolores Acosta, y a toda la gente con la que trabaja en el Ayuntamiento, al alcalde Jesús Caicedo y la corporación local, a algunos comercios de Cuevas que no dudaron en apoyarlos en todo, a su gran amiga Mary Sol, a sus primos, a su madrina y a los amigos de Barcelona, «a mi hermano mayor y su familia, a mi cuñada que se quedó con mis hijos, a 'los abuelos', a.», Milagros tiene una lista inmensa y pide de antemano perdón por si se deja a alguien en el tintero, que también quede agradecido, resumiéndolo en esta frase: "A todas esas personas que desde el primer momento han estado con nosotros y que también ahora nos ayudan en el día a día», explica. Un día a día que se desarrolla en una 'lucha' para estar bien, para vivir mejor dentro de ese vuelco del día 24 de marzo de 2007, un día a día que, contra todo pronóstico logró mejorar para ella, su marido y sus hijos, con el coraje de alguien digno de admirar, de apoyar y de, por supuesto, no olvidar.
Mujer coraje. Ideal
domingo, 7 de octubre de 2012
El ansiado trono carlista
Retrato de Carlos María Isidro en 1837 / Archivo
La sucesión de Fernando VII provocó una de las guerras más devastadoras de España hace 180 años
D. VALERA | MADRID
El 29 de septiembre de 1833 fallecía Fernando VII. Una semana después comenzaba la primera guerra carlista. Un conflicto dinástico que desangró al país entre los partidarios de la futura Isabel II, hija del monarca, y los seguidores de Carlos María Isidro, hermano del Rey. La lucha se prolongó durante siete años, asoló gran parte del país y dejó 150.000 muertos.
'Dios, patria y Rey'. Este lema resume los ideales carlistas: católicos fervientes, absolutistas y monárquicos. Y es que más allá de una disputa familiar por el trono, el enfrentamiento midió dos formas de ver el mundo. Por un lado, los liberales isabelinoas y por otro los tradicionalistas y partidarios del Antiguo Régimen carlistas. La excusa para que estallara el conflicto fue un problema legal: en España las mujeres tenían prohibido reinar desde la llegada de los Borbones en 1713. Fue Felipe V quien importó de su Francia natal la Ley Sálica, que impedía a las mujeres acceder al trono mientras hubiera un heredero varón en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos).
Sin embargo, tras el nacimiento de Isabel en 1830, Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción para derogar la Ley Sálica y permitir reinar a su hija. Algo que su hermano no aceptó. En los últimos meses de vida, un Fernando VII enfermo y débil, soportó las presiones de ambos bandos y cambió en varias ocasiones la designación de su heredero.
Finalmente, el 6 de octubre de 1833, Carlos María Isidro fue nombrado Rey por el general Santos Ladrón de Cegama en la localidad riojana de Tricio. De esta forma comenzó una de las guerras civiles más devastadoras para el país que se prolongó durante siete años hasta que las tropas liberales comandadas por el general Baldomero Espartero derrotaron a los últimos partidarios carlistas liderados por el también general Ramón Cabrera en 1840.
Descendencia
Sin embargo, pese a la derrota y el exilio forzado a Francia del pretendiente carlista, las ansias de llegar al trono pasarían a sus descendientes. De esta forma su hijo, autonombrado Carlos VI, volvería a liderar una sublevación en 1845, aunque mucho menor y limitada geográficamente a zonas rurales de Cataluña, Navarra y el País Vasco.
El último gran intento del carlismo se produjo en 1872, cuando Carlos VII, aprovechando la debilidad del entonces Rey Amadeo I, y posteriormente de la Primera República, logró hacerse fuerte en sus tradicionales feudos del norte del país y también en zonas de Aragón y Valencia. El empuje inicial de los partidarios del absolutismo terminó con la llegada de la restauración y la proclamación de Alfonso XII en 1875. Las tropas liberales se reorganizaron y pusieron fin a la tercera guerra carlista un año después.
Casi dos siglos después de la pugna dinástica, en las elecciones generales de 2008, entre las decenas de formaciones minoritarias sin representación se encontraba el partido carlista con 2.000 votos. Un apoyo marginal de un movimiento que durante dos tercios del siglo XIX supuso un verdadero tormento para la modernización del país.
El ansiado trono carlista. Ideal
martes, 2 de octubre de 2012
¿Soy uno de los enfermos de alzhéimer sin diagnosticar?
Un 40% de los españoles que padecen este mal no está diagnosticado. Cuando las pérdidas de memoria son recurrentes, algo falla.
TERESA DÍAZ (EFE), MADRID
Si se te olvida apagar el gas varias veces a la semana, tienes a menudo las palabras en la punta de la lengua o te quedas en blanco cuando vas a la tienda sin saber qué comprar y estos fallos de memoria se repiten en el tiempo, podrías tener alzhéimer. Un 40% de los españoles que lo padecen no está diagnosticado.
¿Por qué hay un porcentaje tan alto de personas que pueden tener la enfermedad y no lo saben? Se debe, según la neuropsicóloga Gema Mejuto, a que "le damos poca importancia a esos síntomas ya que los achacamos a la edad". Majuto advierte de que "cuando las pérdidas de memoria son recurrentes algo falla". Es verdad que el envejecimiento lleva aparejado cambios en los procesos de memoria. "Puede ser normal olvidar dónde se han puesto las llaves, pero bajar a la calle para ir a la tienda y, de repente, quedarte en blanco y no saber qué comprar, eso ya es un síntoma", ha señalado María Gracia Carpena, terapeuta ocupacional del Centro de Cuidados Laguna y profesora de la Universidad de La Salle.
También pueden ser una señal de alarma los cambios en el comportamiento. Personas que han sido cariñosas y estables y de repente se vuelven inestables y un poco agresivas, tienen frecuentes rabietas o no son capaces de resolver los problemas "y se ahogan en un vaso de agua". Muchas veces la persona tiene fallos pero ella misma no se da cuenta; sólo lo perciben los que están a su alrededor.
Cuando los problemas de memoria dificultan las actividades cotidianas y llevan ocurriendo alrededor de un año "ya es preocupante", ha advertido la doctora Mejuto. En este punto se debe empezar a actuar porque el paciente se encuentra en una fase anterior al desarrollo de la enfermedad y padece lo que se denomina deterioro cognitivo leve. La neuropsicóloga ha señalado que, según los últimos estudios en España, el 30% de los enfermos de alzhéimer están en fase leve y necesitan estimulación. El objetivo es mantener las funciones cognitivas que el paciente tiene en ese momento. La doctora Mejuto ha insistido en la importancia de realizar estimulación cognitiva, ya que muestra un cambio positivo en el potencial de aprendizaje. Según estudios del British Journal of Psychiatry, el 95% de las personas que necesitan este tipo de estimulación y la reciben mejora.
Si se interviene en las primeras fases de la enfermedad, además de ralentizarla y retrasar el deterioro, se consigue que los pacientes se mantengan independientes más tiempo en sus actividades cotidianas. Por un lado, se trabaja en la memoria, la coordinación o la orientación mediante programas de software informático, pero también se hace con ellos trabajo de mesa, de lápiz y papel, ha explicado Carpena. Actividades de grupo como organizar una merienda, hacer la compra o preparar la comida también son efectivas, ya que no sólo se incide en la memoria sino también en la planificación o en la forma de manejar el dinero.
La terapeuta ha recordado que se trata de una enfermedad degenerativa y progresiva y "hoy por hoy" no se puede curar, pero sí se puede intervenir para retrasar el deterioro e incluso para que encuentren estrategias que les permitan seguir haciendo las actividades de la vida diaria. "Esto es importante sobre todo de cara a los familiares, que son las personas que van a cuidar de ellos y que se ven de repente agobiadas", ha destacado la psicoterapeuta.
Cuando la enfermedad está ya muy avanzada, se realizan otro tipo de terapias más específicas que implican un trabajo individualizado. En ese momento se utiliza, por ejemplo, la musicoterapia o la reminiscencia, que consiste en intentar llegar a la memoria del paciente a través de algo que le haga recordar su pasado lejano; por ejemplo, un olor que le pueda evocar su infancia. "El paciente no pierde el disco duro de la memoria; por ello se puede tratar de buscar que mantenga su identidad, que trate de reconocerse", ha explicado Carpena.
Pero la pregunta del millón sigue siendo si se puede prevenir el alzhéimer o, al menos, retrasar su aparición. La doctora Mejuto ha incidido en la importancia de la actividad física, ya que ayuda a las conexiones entre neuronas. "Cuantas más conexiones neuronales hayas hecho a lo largo de tu vida mejor preparado tienes el cerebro", ha dicho. También la nutrición es importante (pescado azul, verduras, frutas, chocolate puro, aceite de oliva... etc.), así como estimular la memoria a lo largo de toda la vida, por ejemplo, leyendo o haciendo sudokus. La estabilidad emocional, evitar el estrés, la meditación, las relaciones sociales y familiares te aseguran una mejor vejez. "Se ha demostrado que la reserva cognitiva (todo el conocimiento que se acumula a lo largo de la vida) sirve para mantener mejor calidad de vida y una autonomía mayor", ha resaltado Mejuto.
¿Soy uno de los enfermos de alzhéimer sin diagnosticar?
TERESA DÍAZ (EFE), MADRID
Si se te olvida apagar el gas varias veces a la semana, tienes a menudo las palabras en la punta de la lengua o te quedas en blanco cuando vas a la tienda sin saber qué comprar y estos fallos de memoria se repiten en el tiempo, podrías tener alzhéimer. Un 40% de los españoles que lo padecen no está diagnosticado.
¿Por qué hay un porcentaje tan alto de personas que pueden tener la enfermedad y no lo saben? Se debe, según la neuropsicóloga Gema Mejuto, a que "le damos poca importancia a esos síntomas ya que los achacamos a la edad". Majuto advierte de que "cuando las pérdidas de memoria son recurrentes algo falla". Es verdad que el envejecimiento lleva aparejado cambios en los procesos de memoria. "Puede ser normal olvidar dónde se han puesto las llaves, pero bajar a la calle para ir a la tienda y, de repente, quedarte en blanco y no saber qué comprar, eso ya es un síntoma", ha señalado María Gracia Carpena, terapeuta ocupacional del Centro de Cuidados Laguna y profesora de la Universidad de La Salle.
También pueden ser una señal de alarma los cambios en el comportamiento. Personas que han sido cariñosas y estables y de repente se vuelven inestables y un poco agresivas, tienen frecuentes rabietas o no son capaces de resolver los problemas "y se ahogan en un vaso de agua". Muchas veces la persona tiene fallos pero ella misma no se da cuenta; sólo lo perciben los que están a su alrededor.
Cuando los problemas de memoria dificultan las actividades cotidianas y llevan ocurriendo alrededor de un año "ya es preocupante", ha advertido la doctora Mejuto. En este punto se debe empezar a actuar porque el paciente se encuentra en una fase anterior al desarrollo de la enfermedad y padece lo que se denomina deterioro cognitivo leve. La neuropsicóloga ha señalado que, según los últimos estudios en España, el 30% de los enfermos de alzhéimer están en fase leve y necesitan estimulación. El objetivo es mantener las funciones cognitivas que el paciente tiene en ese momento. La doctora Mejuto ha insistido en la importancia de realizar estimulación cognitiva, ya que muestra un cambio positivo en el potencial de aprendizaje. Según estudios del British Journal of Psychiatry, el 95% de las personas que necesitan este tipo de estimulación y la reciben mejora.
Si se interviene en las primeras fases de la enfermedad, además de ralentizarla y retrasar el deterioro, se consigue que los pacientes se mantengan independientes más tiempo en sus actividades cotidianas. Por un lado, se trabaja en la memoria, la coordinación o la orientación mediante programas de software informático, pero también se hace con ellos trabajo de mesa, de lápiz y papel, ha explicado Carpena. Actividades de grupo como organizar una merienda, hacer la compra o preparar la comida también son efectivas, ya que no sólo se incide en la memoria sino también en la planificación o en la forma de manejar el dinero.
La terapeuta ha recordado que se trata de una enfermedad degenerativa y progresiva y "hoy por hoy" no se puede curar, pero sí se puede intervenir para retrasar el deterioro e incluso para que encuentren estrategias que les permitan seguir haciendo las actividades de la vida diaria. "Esto es importante sobre todo de cara a los familiares, que son las personas que van a cuidar de ellos y que se ven de repente agobiadas", ha destacado la psicoterapeuta.
Cuando la enfermedad está ya muy avanzada, se realizan otro tipo de terapias más específicas que implican un trabajo individualizado. En ese momento se utiliza, por ejemplo, la musicoterapia o la reminiscencia, que consiste en intentar llegar a la memoria del paciente a través de algo que le haga recordar su pasado lejano; por ejemplo, un olor que le pueda evocar su infancia. "El paciente no pierde el disco duro de la memoria; por ello se puede tratar de buscar que mantenga su identidad, que trate de reconocerse", ha explicado Carpena.
Pero la pregunta del millón sigue siendo si se puede prevenir el alzhéimer o, al menos, retrasar su aparición. La doctora Mejuto ha incidido en la importancia de la actividad física, ya que ayuda a las conexiones entre neuronas. "Cuantas más conexiones neuronales hayas hecho a lo largo de tu vida mejor preparado tienes el cerebro", ha dicho. También la nutrición es importante (pescado azul, verduras, frutas, chocolate puro, aceite de oliva... etc.), así como estimular la memoria a lo largo de toda la vida, por ejemplo, leyendo o haciendo sudokus. La estabilidad emocional, evitar el estrés, la meditación, las relaciones sociales y familiares te aseguran una mejor vejez. "Se ha demostrado que la reserva cognitiva (todo el conocimiento que se acumula a lo largo de la vida) sirve para mantener mejor calidad de vida y una autonomía mayor", ha resaltado Mejuto.
¿Soy uno de los enfermos de alzhéimer sin diagnosticar?
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