viernes, 9 de diciembre de 2016

Dos guisos para el invierno

Dos guisos para el invierno



Cuando el frío ha de llegar, el guiso a la caldera has de echar. Te ofrecemos un menú con dos platazos invernales: marmitako y cocido de calabaza.

¿Sabías que a veces la sensación de frío viene de una mala alimentación? Vamos, que o te alimentas correctamente o lo vas a pasar regular cuando la nieve haga acto de presencia. Está muy bien eso de orejeras, guantes, gorros y forros polares, pero es aún mejor hacer un buen guiso. El cuchareo de toda la vida. Un platito bien caliente que ayude a tu organismo a luchar contra las inclemencias del tiempo. Por eso, hemos decidido pasarte un menú para que te chupes los dedos y, de paso, hagas entrar en calor a tu cuerpo.

Marmitako

Vamos a comenzar con uno de los guisos más tradicionales de España, el marmitako o marmita de bonito. Muy típico de las zonas de Cantabria, Galicias, Asturias y el País Vasco. Es un sencillo guiso con atún, patatas, cebollita, pimiento y tomate. El origen de esta receta tiene lugar en los barcos pesqueros, donde los cocineros tampoco disponían de muchos ingredientes para echarle a la marmita –recipiente donde se cocinaba–. De ahí que el pescado y las patatas fueran un guiso suculento.

Aunque hay muchas versiones, casi tantas como abuelas, nosotros te vamos a decir la que nos sale más rica. Para cuatro personas vas a necesitar 600 gramos de bonito, la misma cantidad de patatas, una cebolla, un par de pimientos (uno verde y otro rojo), una cucharada sopera de salsa de tomate, otra de perejil y pimienta negra, una cucharada pequeña de pimentón, caldo de pescado, una hojita de laurel y aceite de oliva.

Coge una cazuela y pon a rehogar los pimientos y la cebollita. Límpialos y pícalos previamente al tamaño que más te guste. Añade la hojita de laurel y cuando todo esté bien pochado, incorpora el pimentón y justo después el tomate. Ahora es el momento de agregar el caldo de pescado, junto al perejil, la pimienta y las patatas partidas en trozos más bien grandes. Deja que todo se haga poco a poco y cuando las patatas estén tiernas, añade el bonito limpio y cortado en dados. Prueba cómo está de sal y tapa la cazuela para que se termine de hacer. Si los trozos de bonito no son muy grandes, se harán con el calor residual del guiso. De lo contrario, dale un hervor de un par de minutos. Cuando esté listo, deja reposar unos 10 minutos antes de servir, así tendrá mejor sabor.

Cocido de calabaza

Continuamos con un cocido muy especial, el de calabaza. Para seis personas necesitas estos ingredientes: un trozo de carne de cerdo –por ejemplo jarrete–, un hueso de jamón, otro de ternera, un poco de tocino –mejor si es entreverado–, un chorizo para guiso, una morcilla, un hueso salado de espinazo, un tomatito pelado, una costilla salada, un pimiento verde, una patata, un puñadito de judías verdes, medio kilito de garbanzos y un buen pedazo de calabaza sin pepitas y sin piel.

Tienes que limpiar muy bien las carnes y los huesos bajo el agua para eliminar cualquier impureza. Ponlas a hervir en agua con sal junto a las legumbres –que deberían estar en remojo desde el día anterior–. Con un par de horas en olla tradicional a fuego lento bastará. Saca la carne cuando esté tierna y cuece los garbanzos con el resto de ingredientes en el caldito. Cuando todo esté tiernecito, lo tienes listo para comer calentito. Para la salsa, coge un trozo de la calabaza cocida y machácalo junto a un ajo pequeño –sin germen–, un chorro de vinagre, un puñado de comino en grano, agua y pimiento verde bien picadito. ¡Maravilloso!

¿Qué receta te ha gustado más? Nosotros no podemos elegir una, así que mientras te lo piensas vamos sacando la cuchara para ir probando las dos. ¡Qué poco cuesta comer bien!
Dos guisos para el invierno

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