Laura Díaz de Entretesoros es psicóloga e instructora certificada por el Aware Parenting Institute, y este viernes impartirá una charla en el Museo de la Guitarra y el fin de semana un curso en Centro de Yoga Sat Nam sobre la educación sin castigos ni recompensas. 
Laura Díaz de Entretesoros   La Voz.
-¿En qué consiste este método educativo?

-Todos los padres nos damos cuenta de que cuando castigamos algo no funciona. Los castigos dañan a nuestros hijos y la mayoría nos sentimos culpables cuando se pasa el enfado. Además, a menudo los comportamientos por los que los castigamos vuelven a ocurrir, una y otra vez, a pesar del castigos, lo que indica que estos no funcionan.

Con las recompensas no nos damos tanta cuenta pero en el curso explicaremos como funcionan igual y tienen consecuencias, de las que no somos conscientes, que dañan la relación entre padres e hijos.No es posible enseñar valores mediante premios. Lo que pretende la educación no punitiva es un cambio de modelo, que requiere el entender y ver de una forma diferente las relaciones entre padres e hijos. Este curso es uno de los que más me gusta porque empieza aclarando conceptos que siempre están presentes cuando hablamos de educación como límites, normas, libertad, y resolviendo la más común de las dudas entre los padres: ¿cómo puedo dejar de usar castigos sin acabar siendo permisivo?
-¿Qué se van a encontrar los padres que acudan a la charla o al curso??

-Los padres que vienen sin ninguna idea creo que se van a sorprender. Aquellos que ya buscan otra manera de relacionarse, aquí van a encontrar la forma. Está claro que es difícil cambiar la educación que hemos interiorizado en la infancia, una educación de castigos y recompensas, pero mi experiencia es que todo el mundo que asiste a este curso saca algo.  
-Pero la mayoría acude a supernanny.

-El enfoque basado en castigos y recompensas que nos muestra la televisión está basado en el control del comportamiento; es un enfoque en el que los adultos deciden qué está bien y qué no lo está. Lo que quieren conseguir del niño es obediencia, que el niño haga lo que debe. Este enfoque tan habitual no sirve para enseñar valores, no funciona a largo plazo y, sobre todo, tiene un efecto dañino en las relaciones entre padres e hijos. Algunas de las consecuencias negativas de este enfoque autoritario, son visibles en los niños ya a muy corta edad, pero muchas otras pasan desapercibidas; sólo podemos lamentarlas cuando los hijos son mayores.
-¿Tratamos de imponer nuestro criterio?

-Todos queremos lo mejor para nuestros hijos y, a menudo, intentamos imponerles lo que creemos que es mejor para ellos. Desde la educación sin castigos ni recompensas entendemos que cada uno debe decidir qué es importante para su propia felicidad y, por tanto, solo nuestros hijos pueden saberlo; no está en nuestras manos educarles para que sean felices.
-Invite a participar al curso a los almerienses.

-Considero que les va a interesar a todos los que quieren mejorar la relación con sus hijos o con sus alumnos.