Acasiete, uno de los mejores centrales que han jugado en Almería
Escrito por Sebastián Guirao / Sportalmeria / Jueves, 12 Diciembre 2013
Acasiete
Cobeño, Bruno, Carlos García, Acasiete, Mané, Juanito, Juanma Ortiz, Soriano, Corona, Crusat y Negredo. Desconozco el porqué, pero uno de los recuerdos que llegan velozmente a la mente del que escribe cuando se habla de Acasiete es esta alineación inicial del debut en Primera en 2007. Ya digo, no sé por qué, pero sin duda debe significar algo bueno. Sin hacer demasiado ruido, el mito rojiblanco de hoy se fue convirtiendo con el paso de los días y los meses en uno de los mejores centrales que han jugado en Almería desde, al menos, la época de la Agrupación Deportiva.
Nombre: Wilmer Santiago Acasiete Ariadela.
Lugar de nacimiento: El Callao (Perú).
Fecha de nacimiento: 22 de noviembre de 1977.
Demarcación: central.
Temporadas en la UDA:
2004-2007: Segunda División.
2007-2011: Primera División.
2011-2012: Segunda División.
De la mano de otro sudamericano de caché, el argentino Roberto Nanni (fue bonito mientras duró), arribó el revolucionario internacional por Perú Santi Acasiete. Pero se ha de puntualizar que la revolución del peruano fue pasito a pasito, nada de explosiones violentas. Con orden, con calma, con sabiduría y con saber estar fue creciendo exponencialmente hasta llegar a la cúspide rojiblanca como Acasiete el Emperador incaico.
ETAPA 1: ANTES DE PRIMERA. El central almeriensista se adaptó a las mil maravillas a ese equipo que Alfonso García fue transformando con el fin del despegue hacia la ex mejor liga del mundo. A pesar de los cambios en el banquillo indaliano y las aguas turbias que bajaron por el Andarax (exactamente, pocas y esporádicas, igual que en el río), el defensor de El Callao fue haciéndose fuerte en el eje de la zaga durante los años previos a la estancia en Primera División.
Como buenos amantes de las anécdotas en esta laboriosa sección de Mitos rojiblancos, se hace necesario recordar la relación del defensa unionista con el colegiado tan recordado en Almería Mateu Lahoz. Primero sucedió en Murcia: el parsimonioso juez dejó a la UDA en la antigua Condomina con ocho jugadores tras las expulsiones de Ortiz, De Palmas y el mito Acasiete. No fue para nada poca cosa, aunque escrito ocupe pocas líneas. Pero posteriormente llegó un día peor, el fatídico día, también durante la temporada del ascenso, la jornada contra el Xerez en el Medi. El árbitro valenciano, gastando su flema, mandó a la caseta entre el minuto 84 y el 88 a Mané, Crusat, Bruno y Westerveld (algunos de ellos correctamente expulsados, todo hay que decirlo). Este último fue enviado a la ducha a falta de un suspiro para el fin de la contienda. Fue penalti y expulsión. Acasiete, después de la escabechina de su amigo Mateu, se enfundó los guantes, se puso bajo los palos, pero nada pudo hacer para evitar el postrero empate xerecista.
ETAPA 2: EN PRIMERA. Con la nada despreciable cifra para un defensa de nueve dianas anotadas en sus tres primeros años como rojiblanco debutó Acasiete en la élite del fútbol español. Su tarjeta de presentación ya era bastante prolija a estas alturas, pero el 18 almeriensista fue dejando cada vez más muecas en su revólver atravesando los campos de Primera División.
El internacional peruano nunca dejó de lado sus cualidades y virtudes más características: una gran capacidad de salto, la potencia y la fuerza más típicas de los centrales clásicos y el oportunismo constante de sus cabezazos a la salida de los corners.
Durante la época mágica de la UDA en Primera, Santi AK7 exhibió un nivel a la altura de las circunstancias, claro está, con menos excelencia que en las campañas en Segunda. El sudamericano fue rotando a lo largo de estas temporadas con sus compañeros, entre ellos, cómo no, su pareja de baile más inolvidable: Carlos García. Se prodigó ocasionalmente jugando de lateral por decisiones técnicas e incluso nos dejó para el eterno recuerdo el eléctrico tanto que dio la victoria contra el Sevilla en casa (el día que debutaba un tal Diego Alves) o un golazo de fuerte disparo desde la frontal del área frente al Racing de Santander.
ETAPA 3: DESPUÉS DE PRIMERA. Su participación se mantuvo irregular en la caída al pozo de la Segunda, donde añadió un último gol a sus envidiables trece chicharritos en total durante su carrera en el cuadro andaluz. Como ley de la naturaleza, donde también se encuentra el fútbol, Acasiete abandonó la disciplina unionista hacia otro lugar, eso sí, por la puerta grande e infinitamente agradecido por la afición que lo vio defender como casi nadie. Además, lo vio defender incluso mejor la camiseta y el escudo que las propias contras o los balones en largo del rival. Y eso la parroquia rojiblanca lo sabrá elogiar y agradecer para siempre.
Acasiete
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