Florencio Amarilla
Datos personales
Nombre completo: Florencio Amarilla Lacasa
Nacimiento: Coronel Bogado, Paraguay, 3 de enero de 1935
Fallecimiento: 25 de agosto de 2012
Florencio Amarilla Lacasa (Coronel Bogado, Paraguay, 3 de enero de 1935 - 25 de agosto de 2012) fue un futbolista paraguayo. Jugaba de carrilero por la izquierda.
Trayectoria
Se dio a conocer en el Club Nacional de Asunción. Tras disputar la Copa Mundial de Fútbol de 1958 en Suecia fue contratado por el Real Oviedo de la Primera División de España, donde jugó tres temporadas. También jugó en la temporada 1961-62 en el Elche CF.
En la temporada 67-88 fichó por el C.D. Almería, donde se retiró y estableció definitivamente su residencia. Más tarde, comenzó una intensa carrera como entrenador que le llevó a dirigir a los principales clubes de la provincia de Almería. Entre ellos a la Peña Deportiva Garrucha en su ascenso y periplo de dos años en la tercera división de España Por casualidad, el cine se cruzó en su camino y encontró su segunda vocación. Trabajó como figurante y actor de reparto en numerosas películas que se rodaron en escenarios almerienses, algunas tan importantes como ‘100 rifles’, ‘Shalako’, ‘El Cóndor’, ‘Patton’, ‘Sol rojo’ o ‘Conan, el bárbaro’.
Clubes
Club | País | Año |
---|---|---|
Nacional | Paraguay | 1953-1958 |
Real Oviedo | España | 1958-1961 |
Elche | España | 1961-1967 |
Almería | España | 1967-1970 |
Selección nacional
Fue internacional con la Selección de fútbol de Paraguay. Con ésta disputó la Copa Mundial de 1958 celebrada en Suecia. En el primer partido de la primera fase, que enfrentó a Paraguay con Francia, Amarilla marcó dos de los tres goles de su equipo, aunque acabó perdiendo por 7-3
Participaciones en Copas del Mundo
Mundial | Sede | Resultado | Partidos | Goles |
---|---|---|---|---|
Copa Mundial de Fútbol de 1958 | Suecia | Primera fase | 3 | 2 |
Goles en la Selección
Resultados | Lugar | Estadio | Fecha | Tipo | Gol(es) | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Paraguay | 5 | 0 | Uruguay | Asunción | Estadio Defensores del Chaco | 14 de julio de1957 | Eliminatorias Sudamericanas 1958 | 3 goles |
Paraguay | 3 | 7 | Francia | Norrköping | Estadio Iddrotsparken | 8 de junio de1958 | Copa del Mundo 1958 | 2 goles |
El cóndor (1970)
Florencio Amarilla
Por José María Troche. 23 de diciembre de 2009
Hasta el 14 de julio de 1957, la vida de Florencio Amarilla era totalmente normal. Trabajaba y jugaba al fútbol, en Nacional, de cuyo plantel principal era integrante. Aunque algunas páginas de internet dicen que "jugaba de carrilero por la izquierda", en realidad era un auténtico wing tatá que en el lenguaje pelotero paraguayo quiere decir: punzante, veloz, entrador y con un cañón en vez de la pierna izquierda.
Pero, cuando fue llamado a la selección de 1957, dirigida por Aurelio González, Amarilla sabía que salvo un milagro, el que iba a jugar en ese puesto era Genaro Benítez, mejor recordado como "Avión Colí" por su enorme velocidad y endiablada habilidad. De hecho, Benítez jugó de titular toda la campaña previa preparatoria para los partidos frente a Colombia y a Uruguay que clasificarían a un representante sudamericano para el Mundial de Suecia. Y, por supuesto, fue titular en Colombia donde ganamos 3-2 y en Asunción, cuando nos impusimos 3-0.
Pero, aunque "Avión Colí" era dado como número puesto para el crucial encuentro ante Uruguay de la fecha mencionada al principio, algún hado misterioso, la inspiración divina, o un detenido análisis sobre las posibilidades del equipo ante tan calificado rival, indujo al DT alirrojo a alistar a Florencia Amarilla para aquel partido. Y, a fe que acertó, el viejo zorro e inolvidable Maestro. Se mandó tres goles que le valieron la titularidad, a partir de entonces, para el resto de las selecciones en las que actuó.
Fue titular en Suecia, formando la delantera con Agüero, José Parodi, Jorgelino Romero, Cayetano Re y él. Los cinco fueron transferidos al Viejo Mundo. A nuestro Nereo lo contrató el Real Oviedo donde jugó algunas temporadas, pasando luego al Almería, donde recaló, se instaló, fundó una familia y allí vive actualmente con sus hijos, nietos y bisnietos.
Nació el 30 de enero de 1935, en Coronel Bogado, Itapúa, y solo unas pocas veces, a lo largo de todos estos años, visitó nuestro país. Apartado del fútbol por una grave lesión, en 1968, cuando todavía podía dar mucho, encontró que su rostro aindiado entusiasmó a los productores cinematográficos españoles, para actuar ya sea como doble, ya sea como actor secundario o como extra, y encontró en la industria del celuloide un filón que lo explotó, como comentaba en un diario español "hasta que me dio el cuero". Entre los filmes en los que actuó, los mas conocidos son: "100 rifles", "Shalako", "Orgullo de estirpe", "Patton", "Doc", "Hannie Caulder", "Chato el apache", "Agáchate maldito", o "El Cóndor".
El año pasado, el 7 de diciembre, un joven periodista español, Juan Gabriel García presentó un libro, en la feria cultural anual de la mencionada ciudad española, titulado: "Amarilla, el futbolista que quiso ser actor" en el cual reseña la proficua vida de este paraguayo que de la nada, gracias a tres taponazos sensacionales, logró que la nave albirroja desembarcara en su primer mundial europeo.
Y es este hombre el que el domingo 27 de diciembre será homenajeado por la ciudad que lo acogió y en la que dice "aquí me voy a morir". Organizaron un partido de fútbol, en el estadio del Almería CD, a las 11 de la mañana con entradas generales que costarán 5 euros y cuya recaudación será entregada totalmente al viejo crack. La jornada reunirá a las selecciones de fútbol de Levante Norte, Poniente y Almería. Y desde el propio municipio, el concejal de Deportes, hizo un llamado a la comunidad para participar de este homenaje para una persona muy querida en la ciudad. Lo que se dice, una prueba de gratitud y solidaridad, de la que deberíamos aprender todos los deportistas. Especialmente los paraguayos.
Florencio Amarilla - Edicion Impresa - ABC Color
El oro de nadie (1971)
Florencio Amarilla, un extremo de película
Autor: José Ignacio Corcuera | Cuadernos de Fútbol. 1 febrero 2010
Internacional paraguayo en 31 ocasiones, mundialista en 1958, formando parte de una delantera que recaló completa en nuestro fútbol, Florencio Amarilla (Bogado 30-I-1935), podría ser definido como personaje de cuerpo entero, irrepetible y sin aristas.
Llegó al Oviedo junto a su compatriota Jorge Lino Romero en el verano de 1958. Por esa época el armenio Arturo Bogosian, todoterreno del fútbol sudamericano, comenzó a introducir en Europa a su buena cincuentena de pupilos, en su mayoría paraguayos. Algunos clubes, como el Elche, nunca podrán agradecerle lo suficiente tan buenos oficios. Porque de su mano llegaron junto al palmeral, Romero, Lezcano, Cayetano Ré, González o Casco, por no hacer interminable la cita. Unos venían con pasaporte extranjero, otros en condición más o menos dudosa de oriundos, la mayoría dispuestos a comerse el mundo y alguno, como Romero, el más contrastado de todos gracias a su envidiable currículum, absolutamente engañado, puesto que creyó hacer el viaje para suscribir la cartulina del Real Madrid.
En la capital asturiana, si bien no pudo convertirse indiscutible titular, Amarilla acreditó buenas maneras. Tampoco era malo aquel equipo carbayón. Con el guardameta portugués Carlos Gomes -dueño, por cierto, de una biografía digna del celuloide-, Marigil, Laurín o Delfín Álvarez taponando el área, Paquito y Sánchez Lage sentando cátedra en la zona ancha, y Hermes González, Sande, Luis Aragonés, Agustín, Iceta o Braga ejerciendo de estiletes, dio muchos sustos por casi todos los campos de nuestra geografía. Pero si al equipo le pintó bien, Amarilla tuvo menos suerte.
Lesionado en el tendón de Aquiles, debió sufragar de su propio bolsillo la intervención quirúrgica en Barcelona, puesto que la Mutualidad de Futbolistas dejaba bastante por desear en aquel entonces. Con la carta de libertad en el bolsillo hizo escala en Elche y Mallorca, rumbo a una sucesión de equipos menores hasta colgar las botas en 1972. Luego, como tantos otros, se hizo entrenador, pasando por el fútbol base del Almería, al tiempo que ejercía como ayudante del máximo responsable en el primer equipo. Roquetas, Almería, Mojácar, Vera, Garrucha y Polideportivo Ejido durante el tramo final de la campaña 1982-83 y el ejercicio 1984-85, todos ellos clubes almerienses, lo tuvieron posteriormente en sus banquillos. Y es que aunque su vida era y dependería siempre del fútbol, en el desierto almeriense había dado con otra actividad que, sin robarle demasiado tiempo, le llenaba la faltriquera: el cine. O mejor aún, los “Spaghetti Westerns”.
Durante aquel “boom” cuyas primeras gestas llevaron las firmas de Clint Eastwood y Sergio Leone, hizo de extra en un centenar de filmes y hasta alcanzó el rango de actor de reparto en 6 ocasiones, junto a Yul Brinner, Leonard Nimoy, Alain Delon, Toshiro Mifune, Richard Crenna, Charles Bronson o Ursula Andress. Su papel siempre era el mismo: jefe indio, porque su atezado rostro guaraní apenas si necesitaba maquillaje. Hablar no es que hablara mucho. Los indios del cine, ya se sabe, no suelen extenderse en discursos. Pero es que, además, cuando debía decir algo, parecía un apache, sioux o comanche auténtico, gracias su lengua guaraní, a la que siempre sacaba jugo.
Agazapado en el cine, embebido en el fútbol comarcal y contando a favor con su austera forma de entender la vida, se las arregló bien mientras Almería fue un Hollywood de serie B, C y hasta Z. Cuando la televisión, el vídeo y los nuevos hábitos derivados del progreso económico mordieron con saña a las salas de exhibición, todo aquel tinglado de cartón piedra y mecanotubo comenzó a oxidarse. Entonces fue una víctima más. Como los especialistas, ayudantes de rodaje, domadores, transferistas, maquilladores, sastres y técnicos de atrezzo, tuvo que buscarse la vida. Los especialistas, al menos, al igual que los expertos en doma, podían seguir arañando el duro exhibiéndose ante puñados de turistas. Un indio no. Cualquiera podía hacer de piel roja para las cámaras de cuantos se hospedaran en Aguadulce, Cerrillos, o el Cabo de Gata. Bastaba un especialista recién incorporado de su caída, el carpintero, o el más torpe pinche de cocina. Entonces Amarilla estuvo vendiendo zapatos y libros para salir adelante.
En 2006, a sus 71 años, ejercía de utillero en el Club Comarca de Níjar. Vivía, incluso, en las dependencias del viejo campo de San Isidro, pese a que la directiva le había propuesto montar una casa prefabricada. “Es de agradecer -dijo-, pero me gusta vivir libre, en pleno campo. Me levanto a las 07,30, ando, corro, hago unos toques, me tomo un matecito. Soy feliz así. Luego cuido el material del club y estoy a disposición del equipo para lo que sea”.
Su bonhomía tuvo premio. Al presidente del Níjar, Francisco Montoya, se le llenaba la boca al asegurar: “Nunca vi a nadie que recibiera más cestas de Navidad”. Y el propio Amarilla apuntalaba: “Dirigentes del Oviedo de aquella época siguen invitándome a acercarme por la ciudad. Me pagan el avión y una semana de hotel a cuerpo de rey. Allí me adoran”.
Florencio Amarilla, a diferencia de su compañero de ala en la selección paraguaya Jorge Lino Romero, no quiso buscar los dólares del por entonces rico fútbol profesional colombiano. Prefirió quedarse para siempre entre nosotros, como extremo de película. Si no en el más laudatorio sentido figurado, con letra de medio cuerpo en varios títulos de crédito.
Trayectoria deportiva en España de Amarilla
Florencio Amarilla Lacasa | ||||
Bogado 3-I-1935 | ||||
Paraguay | A | |||
Oviedo | 58-59 | 1ª | 17 | 3 |
Oviedo | 59-60 | 1ª | 5 | - |
Oviedo | 60-61 | 1ª | 11 | 1 |
Elche | 61-62 | 1ª | 2 | 1 |
Mallorca | 62-63 | 1ª | - | - |
Constancia | 63-64 | 2ª | ||
Hospitalet | 64-65 | 2ª | 12 | 3 |
Abarán | 65-66 | 3ª | ||
Manchego | 66-67 | 3ª | ||
Almería | 67-68 | 3ª | ||
Almería | 68-69 | 3ª | ||
Adra | 69-70 | 3ª | ||
Adra | 70-71 | R | ||
Almería | 71-72 | R |
Filmografía de Florencio Amarilla
AÑO | TÍTULO | DIRECTOR | REPARTO |
1970 | “El Cóndor” | J. Guillermin | J. Brown y Lee Van Cleef |
1971 | “El oro de nadie” | S. Wanamaker | Yul Brynner, R. Crenna y Leonard Nimoy |
1972 | “Chato el apache” | Michael Winner | Charles Bronson y Jack Palance |
1972 | “Sol rojo” | T. Young | Ursula Andress, Alain Delon, Toshiro Mifune y Charles Bronson |
1973 | “Caballos salvajes” | J. Sturges | Charles Bronson, Jill Ireland y V. Van Patten |
1984 | “Yellow Hair & Pekos Kid” | Matt Cimber | Laurence Landon y Ken Roberson |
Cuadernos de Fútbol, nº 7, fecha: 1 febrero 2010, ISSN: 1989-6379
Florencio Amarilla, un extremo de película | Cuadernos de Fútbol
Yellow Hair & the Pecos Kid (1984)
Amarilla: el futbolista que quiso ser actor
El delantero paraguayo que ganó un Oscar.
La claqueta no se mancha. Blog de cine y deportes. 25 de octubre de 2012
El mundo se sorprendió cuando George C. Scott rechazó el Oscar que había ganado por su interpretación del general Patton. Scott dijo que los Oscar eran un “desfile de carne de dos horas” lleno de corrupción y ya había anticipado años antes que si un día ganaba una estatuilla de la Academia, se limpiaría el culo con ella. Incluso alegó una razón deportiva para no asistir a la premiación de 1971: “me quedé viendo un partido de hockey en casa”.
Amarilla es el primero, hincado, de derecha a izuquierda, con camiseta de Paraguay.
Fue el primer actor que rechazó un Oscar (se anticipó dos años a Marlon Brando, que no quiso el suyo por El Padrino en 1973; en las dos estuvo Coppola, no Guillote). En esa velada, la película Patton se llevó 6 Oscar más. Resultó un escándalo. Pero no para todos. Esa misma noche, apretaba el puño y festejaba la victoria de Patton como propia Florencio Amarilla, un delantero paraguayo zurdo, mundialista y que participó como extra en el film. Así, Amarilla se convirtió en el primer futbolista en ganar un Oscar.
Hat trick y mundial
Florencio Amarilla Lacasa nació en Coronel Bogado, Paraguay, el 30 de enero de 1935 y vivió parte de su juventud en Argentina. Se sabe que en estas tierras jugó al menos en un equipo amateur llamado Buenaventura, cuando se usaba boina para pelotear. Volvió a su Paraguay natal para descollar en Nacional de Asunción y en Olimpia. Fue parte de dos hitos en la historia de la selección guaraní: en las eliminatorias del 57, convirtió un hat trick en el 5 a 0 sobre Uruguay, que sirvió para clasificar a la albirroja al Mundial 58. Ya en Suecia, también tuvo su momento de gloria. Abrió el marcador en el partido entre Paraguay y la Francia de Just Fontaine y Raymond Kopa, y luego, tras dos goles de Fontaine, puso el 2 a 2 de penal. Así se fueron al descanso. Después, Jorge Romero pondría el 3 a 2 parcial, hasta que Francia despertó y le zampó 5 al hilo. Fue 7 a 3 y regreso a casa. No alcanzaron el 3-2 ante Yugoslavia y el 3-3 con Escocia para pasar de ronda.
Pero esa actuación les alcanzó a Amarilla y a varios de sus compañeros para cruzar el océano e instalarse en España. En la temporada 58/59, Florencio fichó con el recién ascendido Real Oviedo, y en la 61/62 pasó al Elche, también de primera división. Su velocidad, su zurda prodigiosa y la potencia de su remate le sirvieron para hacerse un lugar, hasta que una lesión en el tendón de Aquiles lo sacó de las canchas por un tiempo. Se quedó sin equipo, se operó para acelerar la recuperación (algo muy raro en esa época) y pagó él mismo la intervención. Jamás alcanzó el nivel que lo había llevado a la elite española.
Repuesto a medias, deambuló por clubes de segunda división como Constancia de Inca, L’Hospitalet, Abaran de Murcia, Manchego y en la temporada 67/68 llegaría al Almería, donde finalmente se instaló.
Cara de indio
El mismo Amarilla cuenta, en el libro Amarilla: el futbolista que quería ser actor, del periodista almeriense Juan Gabriel García, cómo fue que consiguió su primer papel en el cine: “Estaba en el Gran Hotel tomando una cerveza. Se me acercó un señor de dos metros de altura, Antonio Tarruella, un ayudante de dirección, y como me vio cara de indio me dijo que si quería participar en una película”. El film era 100 rifles, con Raquel Welch y Yul Brinner, con quien Amarilla trabaría luego una buena amistad.
Yul Brinner y Florencio Amarilla, cuándo no, de indio. Nace una amistad.
Gracias a sus facciones aindiadas y su facilidad para montar a caballo consiguió infinidad de papeles en diferentes películas, cuando en España era habitual el rodaje de westerns hollywoodense clase B. No hay un registro fehaciente (algunos dicen más de 100), porque en muchas cintas no figura en los créditos y en otras, sí. Incluso llegó a tener diálogos, casi siempre en alguna lengua aborigen norteamericana, con un dejo de acento guaraní.
Fue actor de reparto en 6 films y compartió cartel, además de Brinner y Welch, con Alain Delon, Toshiro Mifune, Richard Crenna, Charles Bronson, Lee van Cleef o Ursula Andress. Y en su CV se puede leer su participación en 100 rifles, Shalako, Orgullo de estirpe, Patton, Agáchate maldito o El Cóndor. Chupate esa naranja.
Chato el Apache (1972)
El momento culminante de su carrera como actor es sin duda su diálogo con Charles Bronson en Chato, el apache. También participó, sin crédito en los títulos, en Conan, el bárbaro, en la que compartió cartel con el ex Mister Olympia Arnold Schwarzenegger, y con Max von Sydow, recordado por todos como el mayor nazi Kar von Steiner, que acepta arreglar el partido entre prisioneros del campo de concentración con Pelé y Ardiles, contra la selección aria, en Escape a la Victoria.
Amarilla en el rodaje de Hannie Coulder, con Raquel Welch.
Cuentan que ya devenido en DT en Almería, alternó su pasión por el fútbol con el cine y más de una vez se apareció vestido de indio en un entrenamiento. Eso sí, no perdía el respeto de sus dirigidos. Se ponía a entrenar a los arqueros, les pateaba desde fuera del área y siempre se las clavaba en un ángulo.
Una trombosis lo alejó de la dirección técnica cuando tenía 71 años y el club Níjar, de Almería, le dio trabajo como utilero y un lugar para vivir. Hace dos meses, el 25 de agosto, y luego de pelearla mucho, falleció en Vélez Rubio, Almería, el lugar que había elegido para vivir.
El amigo de Yul Brinner. El del hat trick a Uruguay. El que filmó con Raquel Welch. El que le metió dos goles a la Francia de Fontaine en un Mundial. El que charló en una lengua irreconocible con Charles Bronson. Florencio Amarilla. El delantero paraguayo que ganó un Oscar.
Acá pueden verlo actuar:
La claqueta no se mancha: El delantero paraguayo que ganó un Oscar
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