Escrito por Sebastián Guirao / Sportalmeria / Sábado, 04 Enero 2014
Juanma Ortiz
El ingenioso Andrés Montes, el cual era un maestro ponedor de motes, colocó al ala-pívot Jermaine O’Neal el apodo de el Otro, en contrapartida al primer O’Neal: Shaquille. Haciendo un paralelismo, y con permiso del mago periodista en la memoria de todos, podríamos presentar cariñosamente a nuestro Ortiz de hoy también con el sobrenombre de el Otro, ya que en la Acrópolis particular del fútbol almeriense el primer escalón de este apellido es evidentemente inamovible.
Nombre: Juan Manuel Ortiz Palazón.
Lugar de nacimiento: Guardamar del Segura, Alicante.
Fecha de nacimiento: 1 de marzo de 1982.
Demarcación: interior derecho.
Temporadas en la UDA:
2007-2011: Primera División.
2011-2012: Segunda División.
La UDA se embarcaba en la aventura de Primera y tenía puesta toda la carne en el asador en forma de ilusión. Y para que el asado saliera correctamente, se hizo con grandes piezas cárnicas de importante valor, entre las que se encontraba Juanma Ortiz. Sin duda el fichaje de un futbolista que ya había jugado en Primera División con Atlético de Madrid y Osasuna dio caché y tranquilidad a los almeriensistas a la hora de afrontar el objetivo de la permanencia en la temporada del debut con este escudo.
Desde el estreno en la competición hasta el final de la misma, prácticamente todo salió a pedir de boca en aquella histórica campaña de la mano de Unai Emery. El solvente centrocampista alicantino tuvo el puesto asegurado de principio a fin, dando muestras inacabables de su entrega y sus incursiones por la banda derecha. Buena cuenta de ello son las páginas que han quedado escritas en la gloria del fútbol almeriense contemporáneo, como el partidazo del diestro (gol incluido) y sus compañeros que dinamitó con un 1-4 el Sánchez-Pizjuán del reciente bicampeón europeo, que contaba en sus filas con depredadores de la talla de Dani Alves, Keita, Jesús Navas, Kanouté o Luis Fabiano.
Durante su segundo año de estancia en la ciudad de Almería (tercero en la provincia tras pasar por El Ejido), Juanma siguió siendo un baluarte en el once rojiblanco, realizando grandes partidos y poniendo numerosos centros mientras se prodigaba por su carril derecho. Es difícil escribir el mito rojiblanco de Juanma Ortiz y no recordar la brillantísima actuación marcando un doblete en Santander en esta temporada 08-09, que aseguró prácticamente de manera definitiva un nuevo año en el cielo balompédico nacional.
El Almería jugaba bien, llegaba continuamente por las bandas, era un equipo con claras ocasiones de gol gracias a Juanma Ortiz, Crusat y Piatti. El interior diestro se convirtió en uno de los jugadores más regulares que habían vestido la zamarra indálica, dejando siempre sobre el césped toda su artillería a la vista del respetable. No desaprovechaba las oportunidades para incordiar a la defensa y al portero rivales cuando podía ser producente y en su punto de mira también tenía presente casi siempre los pases al hueco y en profundidad.
A lo largo de sus dos últimas campañas en la escuadra andaluza, el dorsal 17 intercaló partidos donde se mostraba imparable por la derecha y acumulaba en su cuenta ingentes cantidades de centros y disparos con envites en los que no se encontraba fino del todo y los contraataques no llegaban siempre a buen puerto.
Antes de su fichaje por el Glasgow Rangers en el verano del 2011 (donde estuvo hasta enero de 2012), el Día de Reyes de ese mismo año el atacante de Guardamar (y todo el equipo) regaló a la hinchada almeriensista un trabajazo exquisito y de altísima categoría: la goleada al Mallorca en Copa. Juanma metió dos goles en poco más de media hora y la UDA consiguió llegar al descanso con un desorbitado y frenético 0-4 a su favor. Los baleares metieron de sopetón en la segunda mitad el miedo en el cuerpo a los de Oltra, pero al final los rojiblancos acabaron llevándose el gato al agua por 3-4 y pasando la eliminatoria.
Se suele decir que si un futbolista juega con todos los entrenadores que tiene es porque dicho jugador tiene una calidad y un valor envidiables. Él jugó asiduamente con todos los que tuvo en la UDA sin armar mucho ruido. Juanma Ortiz se podría calificar como el paradigma de este tipo de futbolistas. Entrega, regularidad, trabajo y lucha.
Juanma Ortiz
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