La romántica historia de Francisco con su Unión Deportiva Almería
Escrito por Sebastián Guirao · Sportalmeria · Jueves, 22 Mayo 2014
Cuando aún el Juan Rojas se llamaba Municipal; incluso a muchos veteranos del lugar seguía escapándoseles la denominación de Franco Navarro. Cuando la recién parida UDA jugó en el mítico Lluís Sitjar contra el Mallorca B, por poner otro ejemplo. Allí, en aquellos lugares y en aquella época, se vio nacer la romántica historia de Francisco con su Unión Deportiva Almería, que concluyó felizmente dándole al Chanchi la categoría de héroe.
Nombre: Francisco Javier Rodríguez Vílchez.
Lugar de nacimiento: Almería.
Fecha de nacimiento: 27 de septiembre de 1978.
Demarcación: mediapunta/interior derecho.
Temporadas en la UDA:
2001-2002: Segunda División B.
2002-2004: Segunda División.
2005-2007: Segunda División.
El ex del Poli Almería y Poli Ejido fue fichado en un generoso mercado de invierno de 2002 procedente del filial valencianista junto a otros futbolistas que después también dieron la talla en la escuadra de Casuco, como Ramos, Olivares o Juanlu.
El perfil del equipo se revalorizó instantáneamente y se logró llegar de sobra a la liguilla de ascenso. El tridente almeriense letal compuesto por Ortiz, Raúl y el propio Francisco revolucionó al todopoderoso y estelar Real Madrid B, tumbándolo con poderío y sin tapujos, incluyendo, claro está, el gol del actual técnico de la UDA. El fulgor de aquel Francisco estará siempre en la memoria de todos, completando una promoción de ascenso a Segunda idílica, a la cual él mismo le colocó el broche de oro con su mágico 1-2 en Pasarón que pasó a la historia del fútbol indaliano.
Conocido por los aficionados de toda la vida y desconocido para los que comenzaban a meter la cabeza en la grada unionista, lo cierto es que Francisco ya había alcanzado la fama a nivel local para aquella campaña 2002-2003 del debut en Segunda División. Conseguir la permanencia con ese humilde proyecto se antojaba harto difícil, pero los almeriensistas, comandados por el líder y pichichi del equipo Francisco, se vistieron de soldados y mantuvieron la categoría dejando atrás partidazos para el recuerdo como la goleada al Xerez por 6-0 aderezada con dos tantos soberbios del Chanchi de las 104 viviendas.
Pasito a pasito la UDA iba haciéndose mayor en la categoría plateada nacional y con ella el 7 almeriense. Tras una temporada convulsa en el plano deportivo, Francisco volvió a lograr ser el máximo goleador del conjunto alcazabino sumando importantes dianas como las anotadas en la victoria sobre el Poli Ejido (un golazo en la primera mitad y otro en la segunda), que al final dieron lugar a la salvación –agónica– de la entidad andaluza, sin olvidar, por supuesto, el que posiblemente haya sido mejor gol con la camiseta rojiblanca: el de Elche. Al finalizar el último partido de la temporada en el coliseo capitalino, la hinchada rojiblanca despidió efusiva y melancólicamente a su ídolo al grito de “¡Francisco, quédate!”, a pesar de que todo el mundo ya sabía que la firma con el Albacete estaba a la vuelta de la esquina.
Después de conocer y saborear la Primera División con la elástica manchega, el gran hijo pródigo volvía a casa, su casa. Para los aficionados fue un sabor dulcísimo recibirlo y para él el regreso se tradujo fácilmente en seis goles marcados.
La experiencia y la motivación se unieron en la temporada 2006-2007 para darle alas a un equipo de la élite de Segunda División; equipo en el que Francisco no pudo participar todo lo se podía desear debido a las lesiones y a la alta competencia en la plantilla. No obstante, el trabajo del atacante almeriense, unido al de su amigo Ortiz, aunque fuese de pocos minutos, tenía un tinte especial. Nada más especial que lograr ascender a la primera división del fútbol español con el equipo de su tierra.
Él dice que es un orgullo haber podido hacer feliz a tantos paisanos. ¿Qué le dirían ustedes? La síntesis más resumida que yo haría sería: profesional y humano. En el aspecto más grandilocuente de las palabras. Un placer.
Francisco · Sportalmeria
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